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La Corona Británica sigue en una crisis difícil de superar: la enfermedad del rey Carlos III se agrava y, según las informaciones brindadas por especialistas en la realeza del país, el monarca ya no se encuentra en funciones. En su lugar, un grupo de personas estaría gobernando al frente de la corona.

La información fue brindada por la periodista especializada en la Corona Británica, Concha Calleja. La experta publicó un libro en junio de este año, titulado como "La maldición de los Windsor", en donde se plantea que el hijo de Isabel II no estaría ejerciendo el poder de forma completa.

En esas páginas, donde se detalla a las personas que se encuentran al frente de la familia real frente al debilitamiento del rey Carlos, también se dejan entrever las complicaciones que tiene Gran Bretaña por el cáncer que padece el monarca diagnosticado a principios de 2024.

Tristeza en la Corona Británica: el rey Carlos ya no estaría ejerciendo el poder

Aunque el rey Carlos lleva la Corona, Calleja sostiene que existe un "rey en funciones" de otra naturaleza: un consejo secreto, invisible para el público, pero con enorme influencia sobre las decisiones del Palacio. Estos hombres, a quienes la autora llama "los del traje gris", operan como una estructura de poder en las sombras.

Según la investigación, este grupo estaría formado por altos funcionarios del Estado, miembros influyentes del Parlamento, asesores reales y servicios de inteligencia que, desde hace décadas, coordinan y supervisan el rumbo de la Corona. Aunque no tienen títulos nobiliarios ni aparecen en las fotos oficiales, tendrían la última palabra en decisiones clave.

El poder oculto de la Corona Británica

Calleja recoge también testimonios relacionados con la princesa Diana, quien habría hablado abiertamente de su temor hacia ese poder oculto. Según el libro, Diana creía que estaba siendo vigilada y que su vida corría peligro por saber demasiado o por haber desafiado el orden establecido.

Fuente: EPATOLGA AKMEN

La autora describe cómo el rey Carlos III habría asumido el trono ya debilitado, tanto por su salud como por la falta de legitimidad popular que lo separa del respeto que generaba su madre, Isabel II. A eso se le suman los conflictos internos, como el distanciamiento con Harry, el escándalo del príncipe Andrés y la presión mediática sobre Camila.