

Durante una multitudinaria audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV lanzó uno de los mensajes más contundentes desde el inicio de su pontificado.
Con voz firme y mirada compasiva, el primer papa estadounidense en la historia del Vaticano llamó a toda la humanidad a recuperar su sentido de humanidad: "Antes de ser creyentes, estamos llamados a ser humanos".
La declaración fue recibida con aplausos, pero también con profunda reflexión. El pontífice no dudó en hablar de un "ultimátum moral" que deberá ser asumido colectivamente: la urgencia de construir un mundo más compasivo, justo y consciente del sufrimiento ajeno.
Según León XIV, los próximos años serán decisivos para redefinir el rumbo ético y espiritual del planeta.

¿Cuál es el cambio urgente que pide el Papa León XIV?
El Papa explicó que el verdadero desafío de nuestro tiempo no está en los dogmas, sino en la capacidad de los seres humanos de reconocer y actuar ante el dolor del otro. "La compasión no depende de la religión, sino de la humanidad. Y es ahí donde comienza todo", expresó ante miles de fieles.
A lo largo de su catequesis, el Papa dejó claro que la espiritualidad no tiene sentido si no está acompañada de un compromiso real con los más vulnerables. "Nos cruzamos cada día con el sufrimiento, pero la prisa nos vuelve ciegos. El primer paso para cambiar el mundo es detenernos", insistió.

¿Cuál es la nueva prioridad del pontificado de León XIV?
León XIV instó a dejar de lado la indiferencia, una enfermedad moderna que, según él, ha erosionado las relaciones humanas. "Cuando nos cruzamos con alguien herido, no solo lo vemos a él. Nos vemos reflejados a nosotros mismos. Esa es la raíz de la compasión verdadera", aseguró.
Este mensaje marca una ruptura con discursos anteriores centrados en la doctrina, y posiciona al nuevo papa como un líder espiritual global que prioriza la ética del cuidado, la escucha activa y la solidaridad concreta.
Finalizó su catequesis pidiendo que "crezcamos en humanidad", y que las relaciones humanas se construyan sobre el pilar de la compasión. Su mensaje no fue solo religioso, fue un llamado global.
Con información de EFE.-












