

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos anunció una nueva regla que cambiará la forma en que los inmigrantes ingresan y salen del país. A partir del 26 de diciembre de 2025, el gobierno comenzará a tomar fotografías y recopilar datos biométricos (como huellas digitales y reconocimiento facial) de todos los extranjeros que crucen por aire, tierra o mar.
Esta disposición, publicada oficialmente en el Registro Federal, busca crear un sistema de control de identidad más estricto que permita comparar la información recolectada al momento de ingreso y salida del país. Según el DHS, la medida apunta a fortalecer la seguridad nacional y combatir el fraude de documentos, el terrorismo y la permanencia irregular de visitantes.

Cómo impactará a los colombianos
La medida tendrá efectos concretos para los ciudadanos colombianos que viajen a Estados Unidos, tanto por turismo como por motivos laborales o educativos. Entre los cambios más inmediatos se encuentran la posibilidad de que se les solicite brindar datos biométricos al ingreso y a la salida, y la necesidad de verificar con antelación que sus documentos de viaje estén en regla para evitar demoras.
Organizaciones de migración y consulados recomiendan a los viajeros conservar recibos, comprobantes de estadía y datos de contacto del consulado en caso de incidentes. Además, se sugiere revisar las políticas de privacidad del operador del aeropuerto y de las compañías aéreas sobre manejo de datos biométricos.
Para solicitantes de visas y viajeros frecuentes, el nuevo registro puede implicar procesos adicionales en los puntos fronterizos; por eso las autoridades colombianas y ONGs migratorias piden mayor claridad sobre tiempo de conservación de datos y canales para rectificar errores en la información.
Qué incluye el nuevo registro obligatorio
La norma abarca a todos los no ciudadanos, sin importar su estatus migratorio. Esto incluye a visitantes con visa, residentes temporales, trabajadores extranjeros, menores de edad y adultos mayores. Las autoridades podrán registrar datos al ingreso y salida, lo que marca un giro en la política de control fronterizo.

Para la abogada migratoria Kate Lincoln-Goldfinch, con sede en Texas, este cambio "abre un nuevo paradigma de vigilancia que requiere supervisión jurídica activa". La especialista advirtió que las familias deben estar informadas sobre el uso y resguardo de sus datos personales.
El DHS aseguró que los datos serán utilizados exclusivamente para fines de seguridad y control migratorio. Sin embargo, organizaciones civiles insisten en la necesidad de garantizar transparencia, límites claros y salvaguardas constitucionales en su implementación.









