

Imagina atravesar el campo japonés a velocidades asombrosas mientras las ruedas no tocan el suelo: el Maglev lo hará posible y promete superar los 500 kilómetros por hora. La experiencia, descrita en el proyecto como un tren que “levita”, combina velocidad extrema con suavidad sin fricción.
La tecnología del SC Maglev es el resultado de décadas de investigación en Japón. Se trata de un mecanismo, basado en suspensión electrodinámica (EDS), permite que los trenes floten a pocos centímetros de la guía una vez alcanzada cierta velocidad.
Cómo funciona la levitación del tren bala de Japón
Cuando el tren alcanza alrededor de 150 kilómetros por hora, la fuerza magnética es suficiente para elevarlo a 10 centímetros del suelo, eliminando la fricción entre ruedas y rieles. El vehículo cuenta con imanes superconductores que también lo impulsa y lo mantiene centrado.

Mientras permanece detenido, el tren “rests on rubber wheels”, una fase que facilita maniobras y mantenimiento. A partir del despegue magnético, la combinación de levitación y propulsión lineal permite alcanzar velocidades jamás vistas en el transporte ferroviario convencional.
Un medio de transporte récord en el mundo
En pruebas tripuladas, un Maglev japonés alcanzó una marca histórica: fue cronometrado a 603 kilómetros por hora. Esa cifra supera ampliamente los registros de Maglevs operativos en otras naciones y pone a Japón en la punta tecnológica del ferrocarril de levitación magnética.
La línea Chuo Shinkansen, prevista para conectar ciudades clave mediante Maglev, busca traducir esos récords en viajes cotidianos más rápidos, eficientes y con menor impacto por fricción mecánica.
Qué significa para los pasajeros y la movilidad
Para los viajeros, subir a un Maglev será moverse en un vehículo que “flota” y recorre distancias en tiempos reducidos. Para la movilidad, significa una nueva era: velocidad superior a 500 km/h, confort notable y una apuesta tecnológica que posiciona a Japón como referente mundial en sistemas ferroviarios del futuro.











