El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) anunció que renuncia a la prescripción en el proceso penal que enfrenta desde hace más de una década, luego de haber sido condenado en primera instancia a 12 años de prisión domiciliaria. La decisión fue comunicada en una carta dirigida al Tribunal Superior de Bogotá, que estudia actualmente la apelación de la sentencia.
En su pronunciamiento, Uribe aseguró que no busca beneficiarse del vencimiento de términos, cuya fecha límite estaba fijada para el 16 de octubre de 2025. El exmandatario enfatizó que su decisión responde al propósito de "llegar hasta el final" del proceso y demostrar su inocencia, aun cuando esto implique un camino judicial más complejo y prolongado.
Condena contra Álvaro Uribe: 12 años de cárcel en primera instancia
El pasado 28 de julio, Álvaro Uribe se convirtió en el primer expresidente colombiano condenado penalmente. La jueza Sandra Heredia, del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá, lo halló responsable de los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal.
Días después, el 1° de agosto, se le impuso una pena de 12 años de cárcel en régimen domiciliario y se ordenó su detención inmediata. Sin embargo, el Tribunal Superior de Bogotá aceptó un recurso presentado por su defensa y le concedió la libertad mientras se resuelve en segunda instancia la apelación de más de 900 páginas frente a una sentencia de 1.114.
Caso Álvaro Uribe: origen del proceso judicial
El proceso contra Álvaro Uribe se remonta a 2012, cuando el exmandatario denunció al entonces congresista Iván Cepeda por presunta manipulación de testigos. La Corte Suprema de Justicia, en lugar de investigar a Cepeda, decidió abrir un expediente contra el expresidente al detectar maniobras para influir en testimonios de exparamilitares, con el fin de que no lo vincularan en investigaciones sobre vínculos con grupos armados ilegales.
Con el paso de los años, el expediente se convirtió en uno de los casos judiciales más trascendentales de la historia política de Colombia, y hoy mantiene en vilo tanto a la justicia como al escenario electoral de cara a 2026.
Álvaro Uribe y la dimensión política del caso
A pesar de la condena en primera instancia, Álvaro Uribe mantuvo una fuerte presencia en la política nacional. Desde su finca en Rionegro, Antioquia, y ahora en libertad mientras avanza la apelación, el líder del partido Centro Democrático sigue dando directrices a su bancada con miras a las elecciones legislativas y presidenciales de 2026.
Su decisión de renunciar a la prescripción no solo tiene un peso jurídico, sino también político: se presenta como un gesto de coherencia frente a sus seguidores, que interpretan la medida como una señal de que quiere enfrentar el proceso sin buscar atajos legales.
Con información de EFE.-