

El palacio de Buckingham vuelve a ser escenario de tensiones, silencios incómodos y lágrimas contenidas. Según versiones recogidas por medios del Reino Unido, el rey Carlos III habría sido sorprendido por una traición proveniente de uno de los miembros más cercanos de su círculo íntimo, justo cuando su salud y su imagen pública enfrentan uno de los momentos más delicados desde su coronación.
La situación se habría desencadenado durante una reunión privada, convocada para intentar suavizar las tensiones familiares en medio del tratamiento médico que el monarca continúa enfrentando. Sin embargo, lo que debía ser una conversación conciliadora terminó revelando una maniobra inesperada que dejó al rey visiblemente afectado.
Una traición que rompe los códigos de la realeza
Según fuentes cercanas a la casa real citadas por el diario Express, uno de los hijos del rey habría filtrado información confidencial sobre el estado de salud de su padre a la prensa, contradiciendo las órdenes directas de mantener la privacidad absoluta.
Todo esto habría ocurrido mientras se negociaba en paralelo la eventual reincorporación de Harry a algunas funciones institucionales, un tema que sigue siendo tabú dentro de la familia.

"El rey rompió en llanto al enterarse. No por el hecho en sí, sino por quién lo hizo", habría dicho un allegado citado por The Mirror. Aún no se ha confirmado si fue el príncipe Harry o el príncipe William el responsable de la filtración, pero la fractura interna parece estar más expuesta que nunca.
Repercusiones dentro y fuera del palacio
El episodio no tardó en tener consecuencias. De acuerdo a la prensa británica, Carlos III habría cancelado varios compromisos previstos para los próximos días y restringido el acceso a sus reuniones privadas. A
demás, Camilla Parker Bowles se mostró especialmente preocupada por el impacto emocional que la situación podría tener en el estado anímico del monarca, quien aún se encuentra en tratamiento por su diagnóstico de cáncer.
El periodista Robert Jobson, biógrafo real, explicó que "la estabilidad emocional del rey siempre ha estado vinculada al equilibrio familiar. Esta clase de golpes no solo afectan su agenda, sino también su forma de gobernar".

Un eco del pasado que resuena en el presente
Esta nueva crisis recuerda a episodios anteriores en la historia reciente de la monarquía británica. Desde la entrevista de Harry y Meghan con Oprah hasta los escándalos de Andrés de York, cada golpe parece resquebrajar un poco más la imagen pública de una institución que intenta modernizarse, pero no logra escapar del drama familiar.
Los analistas ya advierten que si la situación no se resuelve pronto, el desgaste institucional podría acelerarse. Con un monarca debilitado y una sucesión que aún no termina de consolidarse, la estabilidad de la Corona Británica vuelve a estar en juego.











