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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la reapertura y ampliación de la histórica cárcel de Alcatraz como parte de su plan para endurecer las políticas de seguridad y migración en caso de regresar a la Casa Blanca.
En una nueva declaración publicada a través de su red Truth Social, Donald Trump propuso reabrir la mítica prisión de Alcatraz, ubicada en la bahía de San Francisco, con el objetivo de encarcelar a lo que calificó como los "criminales más despiadados y violentos" del país.
Además, el republicano incluyó en su discurso a inmigrantes que han ingresado a Estados Unidos de manera irregular y que, según él, "contribuyen al caos" en las calles.
La propuesta contempla el trabajo conjunto de varias agencias federales como el Buró de Prisiones, el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, en lo que sería una ofensiva sin precedentes contra el crimen y la inmigración ilegal.
Alcatraz: de prisión de máxima seguridad a símbolo de orden
Alcatraz, también conocida como La Roca, funcionó como penitenciaría federal entre 1934 y 1963. Fue famosa por albergar a criminales de alto perfil como Al Capone y Machine Gun Kelly, y por su ubicación estratégica en una isla rodeada de aguas frías, lo que la convertía en un sitio casi imposible de escapar. Desde su cierre, este histórico complejo funcionó como museo y atracción turística.
Trump afirmó que su reapertura representaría una señal clara de que Estados Unidos volverá a ser "serio" en su lucha contra el crimen, recuperando los valores de justicia, orden y seguridad que, en su opinión, se han perdido.
Trump endurece su discurso electoral rumbo a 2024
Este anuncio se enmarca dentro de una retórica electoral más amplia, en la que Trump busca posicionarse como el defensor del orden y la ley.
Durante su mandato (2017-2021), el republicano impulsó políticas de mano dura contra el crimen y la migración irregular, líneas que ahora pretende reforzar con propuestas simbólicas como la reapertura y ampliación de Alcatraz.
Aunque aún no se revelaron detalles sobre el presupuesto o el alcance del proyecto, el exmandatario dejó en claro que su intención es convertir la prisión en una herramienta para combatir lo que denomina una "crisis de criminalidad" que afecta a Estados Unidos.