Distancia de rescate, de Samanta Schweblin (Literatura Random House)

El campo ha cambiado frente a nuestros ojos sin que nadie se diera cuenta. Y quizá no se trate solo de sequías y herbicidas, quizá se trate del hilo vital y filoso que nos ata a nuestros hijos, y del veneno que echamos sobre ellos. Nada es un cliché cuando al fin sucede.

'Distancia de rescate' sigue esta vertiginosa fatalidad haciéndose siempre las mismas preguntas: ¿Hay acaso algún apocalipsis que no sea personal? ¿Cuál es el punto exacto en el que, sin saberlo, se da el paso en falso que finalmente nos condena?

Samanta Schweblin ha escrito un relato extraordinario e hipnótico, urgente y perdurable, que logra mantenernos inevitablemente atrapados y sumergirnos en un universo ficcional estremecedor.

Galveston, de Nic Pizzolatto (Black Salamandra)

Alto, corpulento, con barba y melena, sombrero de ala ancha y botas de cowboy, el texano Roy Cody lleva unos años ejerciendo de matón profesional en Nueva Orleans. Roy es un tipo tranquilo, comprensivo, capaz de ver el lado filosófico de las cosas, lo cual no le impide ser implacable cuando la ocasión requiere.

Pero su vida da un giro radical el día que le diagnostican un cáncer avanzado. De pronto, sus puntos de referencia se trastocan, y el relieve de la realidad cobra una nueva dimensión. Ante la sospecha de que su jefe, el poderoso extorsionador Stan Ptitko, quiere quitárselo de encima, Roy se despoja de sus ataduras e inicia una frenética carrera hacia un horizonte desconocido, donde su encuentro fortuito con una joven desamparada le brindará, tal vez, la ocasión de darle un nuevo sentido a su existencia.

El brillante debut como novelista de Nic Pizzolatto ?creador de la existosa serie "True Detective"? es un relato sórdido y poético, violento y lírico, salvaje y conmovedor. Al mismo tiempo canónica y heterodoxa, Galveston supone un salto adelante que rompe los moldes de lo establecido con una historia trepidante, ambientada en paisajes desolados y protagonizada por personajes que huyen pese a saberse condenados, antihéroes que lo han perdido todo excepto la dignidad. Sencillamente, una novela magistral que trasciende el género policíaco para situarse como una obra narrativa de excelencia.

Justo entonces, de Cristina Iglesia (Beatriz Viterbo)

"Soy feliz de una manera extraña, material, como si no pudiera dejar de serlo y nada más en el mundo interviniera: solo la lluvia, el ventanal y el teclado sabido y también misterioso porque no hay plan, no hay urgencia, solo la sensación de estar allí, a oscuras, escribiendo que las gaviotas sobrevolaron por primera vez la terraza de mi casa romana un día de mayo en formación imprecisa y vacilante creando un círculo blanco sobre el azul todavía pálido de la mañana; que las vi de nuevo por la noche, iluminadas por el resplandor intenso de la fontana produciendo un espectáculo de brillo enloquecido que parecía solo dirigido a mí; que traté de adivinar con cuánta regularidad armarían esa suerte de juego de luz con forma de gaviotas; que decidí no medir esas frecuencias y encontrarme con ellas cuando menos lo esperara; que no hubo otras veces, que nunca repitieron el arco prodigioso, que no volví a pensar en ellas hasta el momento justo en que decidí transformarlas en palabras mientras la lluvia golpea la ventana escondida en Balvanera y la convierte en abrigo seguro frente al mundo y en promesa fluida de escritura."

‘Justo entonces’, el segundo libro de ficción de Cristina Iglesia, conocida por la originalidad de su mirada crítica desplegada en sus clases y en sus ensayos sobre literatura argentina, recoge alrededor de veintiún relatos aunados por un tono muy personal. Al leerlos se escucha el sonido de las palabras como si el murmullo del acto de escritura aún barruntara en esas líneas ya impresas.

A partir de ‘Corrientes’, publicado también en la colección Ficciones de Beatriz Viterbo Editora, Iglesia se ha revelado como una voz madura y de singular elegancia que enhebra, entre los textos que conforman los dos libros, una vida que fluye. Si en el primero los desplazamientos estaban signados por la infancia y la juventud, en Justo entonces, las idas y venidas del recuerdo discurren con el tono y con la mirada del viaje. Del Corrientes natal a la Roma de la adolescencia y de la Roma de la adolescencia a la Roma de la mujer adulta, por citar sólo algunos ejemplos, estas breves ficciones construyen, de libro a libro, una nouvelle que juega con el horizonte de lo autobiográfico y en la que algo, sin dudas, ha pasado y dejado huellas que la escritura, sin pretender descifrar, vuelve a trazar.

El Cuerpo Sartreano, de Alberto Staniscia (Vuelta a la Página)

Con prefacio de Edgardo Castro

Disponible en Kindle

En una prosa clara, amena, y que, por momentos, posee toques estilísticos que vuelven muy placentera su lectura, Alberto Staniscia nos invita a adentrarnos en el pensamiento de Jean Paul Sartre, desde una perspectiva que evade los simplismos que suelen redundar a la hora de tratar la filosofía de quien fuera uno de los pensadores más reconocidos y polémicos del Siglo XX. Un doble mérito para el autor: por un lado, traer al presente a un intelectual que durante años pareció condenado al olvido; por otro hacerlo desde una problemática fundamental e intempestiva dentro de la filosofía contemporánea, como lo es la cuestión acerca de la corporalidad. Todo gran filósofo trasciende su tiempo y nos otorga caminos, senderos, no exentos de ambigüedades o contradicciones, para repensar, a partir de los sentidos latentes que habitan su obra, las problemáticas que emergen de nuestro propio momento histórico.

El texto de Staniscia nos revela que, más allá de las modas intelectuales y académicas, Jean Paul Sartre era y es, ante todo, un gran filósofo." Dr. Maximiliano B. Cladakis.

Estuve allá afuera, de Ronaldo Correia de Brito (Adriana Hidalgo)

Traducción: Claudia Solans

Estuve allá afuera narra la historia de dos jóvenes hermanos, Cirilo y Geraldo Rego Castro, en los días finales de la década del sesenta, cuando se afianza la dictadura en Brasil, mientras se van conformando, por una parte, los movimientos contraculturales y, por la otra, sectores armados de partidos de izquierda.

Hijos de una familia terrateniente del interior nordestino venida a menos, ambos hermanos están instalados en la ciudad de Recife, que es el centro cultural y político de la región. La novela elige seguir fundamentalmente el punto de vista de Cirilo, estudiante de Medicina, "hippie" no comprometido con la revolución, que padece angustias existenciales y una relación de amor-odio con su hermano, mientras se desvive por experimentar "epifanías amorosas".

Por su parte, Geraldo es un reconocido militante estudiantil, perseguido por la policía y por grupos paramilitares, forzado a evitar todo contacto con Cirilo, quien lo busca, presionado por la madre de ambos.

Ronaldo Correia de Brito -ganador del prestigioso Prêmio São Paulo de Literatura por su primera novela, Galilea, publicada por AH en 2010- traslada al lector a un lugar, una época y unas circunstancias que el autor -también estudiante de Medicina (y luego médico) en la Recife de fines de los sesenta, como Cirilo- conoce de primera mano.

Junto con los aspectos locales y la violencia política de la época, en segundo plano, Estuve allá afuera es un libro en el que lo regional se liga con lo universal, a través, por ejemplo, de citas de Herman Hesse, Shakespeare o Borges, cuyo cuento "La intrusa" es narrado por Cirilo a su amigo Leonardo, debido a que ambos están enamorados de la misma mujer.

Las buenas personas, de Nir Baram (Alfaguara)

"Una gran novela sobre la culpabilidad y la moral. Una lectura adictiva." Esslinger Zeitung

Europa, 1938. Cuando se ve forzado a abandonar una prometedora carrera en una empresa estadounidense, Thomas Heiselberg decide trabajar para la maquinaria nazi en Polonia. Mientras tanto, en Leningrado, Aleksandra Weissberg, hija de un intelectual judío, debe elegir entre traicionar a sus padres, a quienes cree condenados sin remedio, o poner en juego su propia vida y la de sus hermanos pequeños, y accede a implicarse con el Comisionado del Pueblo para Asuntos Internos de Stalin. Enfrentados al ocaso de un mundo que se desmorona, Thomas y Aleksandra han resuelto sobrevivir a cualquier precio. En el camino aprenderán que ciertas decisiones pueden marcar el curso de una vida. Y otras cambian el curso entero de la historia.

Escritos de un viejo indecente, La máquina de follar y Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones, de Charles Bukowski (Anagrama)

Los tres libros de relatos aquí reunidos consolidaron a Charles Bukowski como el gran cronista de la otra cara del sueño americano, como un retratista implacable del submundo urbano. Agitando en un cóctel infalible una prosa sincopada y visceral, humor negro, sexo desmelenado y litros de alcohol, el autor traza una suerte de mapa fragmentario de los barrios marginales de Los ngeles y contribuye a convertir la ciudad en un mito literario, como ya hizo Raymond Chandler.

Con su narrativa de inspiración autobiográfica y su estilo despojado y sin florituras, Bukowski es la culminación de una estirpe literaria norteamericana que pasa por Henry Miller, John Fante y Jack Kerouac.

En los relatos aquí recopilados encontramos algunos de los mejores momentos de este vitriólico paseante por el bulevar de los sueños rotos y por el lado salvaje de la vida. Aquí están sus borrachos, los tipos que pasan la noche en comisaría y las putas, como aquella que se clava alfileres para destruir su belleza.

No es el único personaje inolvidable que puebla estas páginas, también aparecen el viejo galán de Hollywood asesinado por un chulo, la mujer que seduce a un hombre después lo denuncia a la policía, el tipo que se compra una muñeca inflable por correo... Seres a la deriva, perdedores, desarraigados, ilusos y soñadores que ahogan sus penas en whisky, personajes a los que Bukowski convierte en protagonistas de una comedia humana de los bajos fondos, salvaje, sórdida, a ratos vitalista y a veces hilarante.

Punto de fuga, de Jeremías Gamboa (Alfaguara)

Jóvenes entrañables y a veces obsesivos que sufren su pertenencia a un espacio que les resulta extraño y una sensación acuciante de ajenidad: así son los personajes de estos cuentos. Transitan entre la ilusión, la nostalgia, la incomunicación, la ansiedad y el desamparo, y conmueven por sus deseos impostergables de huir. De escaparse. Jeremías Gamboa da forma en este libro al rostro poliédrico de una Lima que es a la vez chirriante y honda, esperpéntica y risueña, nocturna y brillante; un espacio en el que todo parece posible.

El resultado es un conjunto de relatos inolvidables, una primera obra de ficción en la que ya están presentes algunos de los temas fundamentales del autor: la amistad, la necesidad de autoafirmación, la premura por encontrar una vía de comunicación con el otro y el descubrimiento del mundo.

Leer la mente, de Jorge Volpi (Alfaguara)

La ficción nos enseña a ser humanos

¿Qué pasa en mi cerebro cuando leo una novela o un cuento? ¿Cómo y cuándo aparecieron? ¿Qué parte de la mente inventa las anécdotas felices o los desenlaces trágicos? ¿Por qué sufrimos o gozamos con los personajes de los relatos y de qué forma nosotros, los lectores, nos transformamos en esos personajes? ¿No es acaso el yo nuestra mayor invención? En este brillante y provocador ensayo, Jorge Volpi destierra la vieja idea de la ficción como entretenimiento y sostiene, por el contrario, que las novelas y los cuentos han sido esenciales para la evolución de la especie humana.

Del descubrimiento de las neuronas espejo al origen de la conciencia y las emociones, y de las trampas de la memoria a los laberintos de la inteligencia, el autor de En busca de Klingsor y No será la Tierra refrenda su voluntad de entrelazar ciencia y literatura. Al final, Leer la mente demuestra que todos somos ficciones y que la literatura es una de las claves de nuestra identidad individual y nuestras pasiones compartidas.

En el camino, Los subterráneos y Los vagabundos del Dharma, de Jack Kerouac (Anagrama)

Publicadas entre 1957 y 1958, las tres novelas aquí reunidas convirtieron a Jack Kerouac en el portavoz de la generación beat, en un icono cultural norteamericano y, con el tiempo, en un clásico de la literatura del siglo XX.Son tres variaciones sobre un tema, el del viaje iniciático -físico o espiritual-, y retratan también el desasosiego de los jóvenes inquietos en una América donde muchas cosas empezaban a cambiar.

Son tres narraciones autobiográficas en las que el escritor plasma sus experiencias vitales a través de tres protagonistas diferentes, y en ellas aparecen también, convertidos en personajes fácilmente identificables, otros beats legendarios.

En el camino es un manifiesto de la juventud desarraigada y rebelde, y la gran celebración literaria del viaje como búsqueda y huida. Kerouac se transmuta en Sal Paradise, pero el verdadero protagonista es Dean Moriarty, retrato magistral del mítico Neal Ginsberg y William S. Burroughs, entre una sucesión de viajes -Nueva York, Nueva Orleans, San Francisco, Chicago... -, jazz, alcohol, sexo y marihuana.

Los subterrráneos está ambientada en San Francisco y retrata a un escritor que vive una intensa historia de amor con una muchacha negra, mientras que en Los Vagabundos del Dharma el viaje es espiritual, a través del descubrimiento del budismo. El protagonista está inspirado en Gary Snyder, y también aparecen retratados Ginsberg y Ferllinghetti.

Con su escritura sincopada y visceral, este Charlie Parker de la literatura que fue Kerouac forja en estos tres libros el mito de la imprescindible generación beat, cuyo legado e influencia siguen muy vivos.

Virus, de Marcelo Moura (Planeta)

Al primer show de Virus en Buenos Aires asistieron seis personas. Al siguiente, cerca de cuarenta. La tercera fecha se llenó y el contagio del boca a boca hizo que en la cuarta la banda explotara. Fueron juzgados con severidad por la crítica.

Acusados por sus colegas de ser frívolos y una "banda de putos". Aún así, Virus se erigió como una piedra fundamental del rock nacional y Federico Moura como un ícono indiscutido.

Con Agujero interior, su tercer disco, Virus por fin parecía abandonar esa cierta superficialidad para convertirse en la abanderada de la modernidad por sus líricas, sonidos y performances innovadoras en una escena musical enmarcada por la dictadura.

Los siguientes discos, Relax y Locura , completarían el camino hasta Superficies de placer, el último con Federico. Esta es la bisagra de la banda y también la del libro, cuando hubo un nuevo comienzo: el de sobreponerse a la ausencia y el de Marcelo Moura como cantante.

Sin sujetarse a la cronología, Virus sigue los antojadizos caminos de la memoria para dar cuenta de la historia del grupo. Un recorrido enmarcado por la lente de uno de sus miembros fundadores; un recorte de los distintos elementos que definieron un estilo y una estética, y de los éxitos y fracasos que hicieron que treinta años después de su debut (el mismo día que Marcelo cumplía veinte años) sigamos pensando cómo poner el cuerpo y el bocho en acción.

Kassel no invita a la lógica, de Enrique Vila-Matas (Seix Barral)

Una extraña llamada interrumpe la rutina de un escritor. La enigmática voz femenina al otro lado de la línea le dice que los McGuffin quieren invitarlo a cenar para revelarle la solución al misterio del universo.

Pronto descubrirá que se trata de una convocatoria para participar en la Documenta de Kassel, la mítica feria de arte contemporáneo, donde su cometido será convertirse en instalación artística viviente y sentarse a escribir cada mañana en un restaurante chino de las afueras.

En Kassel, el escritor comprueba sorprendido que su estado de ánimo no decae al atardecer y que, en cambio, el optimismo lo invade mientras pasea impulsado por una energía inagotable que late en el corazón de la feria. Es la respuesta espontánea e imaginativa del arte que se levanta contra el pesimismo.

Con humor, hondura y lucidez, Enrique Vila-Matas cuenta la historia de una gran expedición: la del paseante solitario que, rodeado de rarezas y maravillas, se atreve a traducir un idioma que no conoce, participa en bailes invisibles, pernocta en su particular tierra prometida y, finalmente, encuentra un hogar en el camino. Desde su terraza de Kassel, este paseante nos invita a ver el mundo desde otro ángulo e ilumina la esencia misma de la literatura: la razón, la verdadera razón, para escribir.

Dios, el Hombre, el amor y dos o tres cosas más, de Tute (Sudamericana)

Dice Quino: "Tute es para mí, sin duda alguna, el mejor dibujante de humor gráfico argentino surgido en los últimos años. La originalidad de sus ideas, el lenguaje de sus personajes, que va con natural fluidez de lo culto a lo popular según haga falta, su refinado sentido del humor, los atrapantes silencios que sabe crear entre cuadro y cuadro, hacen que, a mi entender, ya merezca el título de Maestro, a su temprana edad".

El azul de las abejas, de Laura Alcoba (Edhasa)

Cuando a principios de 1979 llega a Francia, la realidad corrige tantas fantasías. No es París propiamente dicho donde irá a vivir sino un suburbio; no es la postal del Sena, la torre Eiffel y las callejuelas, sino el edificio algo extravagante donde está el departamento de su madre. Es, comprende de golpe, una niña refugiada.

No obstante, está en las puertas de un nuevo comienzo. El descubrimiento de una lengua que será suya; de un colegio que poco se parece al argentino; de los amigos exiliados que visitan a su madre y hacen el recuento de los compañeros asesinados o desaparecidos. En medio, las cartas a su padre y el tibio descubrimiento de la literatura, de la escritura como lugar inocente, lugar de encuentro y emoción.

Historia del espejo, de Sabine Melchior-Bonnet (Edhasa)

Prefacio de Jean Delumeau y Posfacio de Luis Gusmán

En un viaje único a través de siglos y civilizaciones, esta obra examina la historia de uno de los objetos menos reales del mundo material: el espejo. Desde los metales pulidos de la Antigüedad al culto profano de la imagen, Sabine Melchior-Bonnet ha sabido plasmar no sólo un ensayo filosófico sino también histórico y psicológico, que ha merecido vastos elogios de la crítica literaria francesa.

Atesorado como símbolo y a la vez banalizado como objeto decorativo, el espejo se hace presente en la mitología, en la literatura y en las ciencias esotéricas. Quienes se animaron a interrogarlo -Narciso, Mímesis y la diosa Eco, pero también Carroll, Rilke, Borges o Lacan- han hallado en la idea del doble una respuesta válida y a veces terrible a sus desvelos.

Caminar. Elogio de los caminos y de la lentitud, de David Le Breton (Waldhuter Editores)

"Caminar en nuestros días, y sobre todo en nuestros días, no es volver a los tiempos neolíticos, sino más bien ser profeta", escribía Jacques Lacarrière. Al recrear una reflexión llevada a cabo hace una decena de años, David Le Breton comprueba que el estatuto de caminante cambió mucho. En la actualidad, la caminata se impone como una actividad de esparcimiento.

El imaginario contemporáneo se refiere más bien a la idea de disponibilidad y a la necesidad práctica de tener un buen estado corporal. El autor da aquí un nuevo fundamento a su relato en los testimonios y las filosofías de la caminata, vuelve a decir con felicidad que caminar es ante todo un largo viaje a cielo abierto y al aire libre del mundo y en la disponibilidad a lo que acontece, que todo camino está escondido en uno mismo antes de declinarse bajo nuestros pasos, y que la caminata da paso cada vez a una experiencia y a una feliz transformación de sí.

Cábala criolla, Imágenes para interpretar los sueños, doblegar la suerte y vencer el azar, de Lorenzo Amengual (Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes)

Cábala criolla está inspirado en la quiniela rioplatense, una suerte de versión local de la smorfia napolitana, que recibimos de los barcos a fines del siglo XIX. Amengual recorre las cien figuras de la quiniela con ilustraciones de claridad gráfica inusual y belleza elocuente. Trabajadas con exquisito humor y jugando con lo grotesco, las imágenes refuerzan el diálogo con lo popular a través de vincular letras del cancionero rioplatense con cada uno de esos números que desafían al azar.

Cuentos hindúes, de Asha Mahan (Grupal)

Los cuentos procedentes de India se extendieron profusamente por la Europa medieval y son una de las expresiones más características de aquellos lejanos lugares, donde la creencia panteísta de sus habitantes integraba el alma humana, el alma de los animales y el de las plantas, considerándolos poseídos de ideas y sentimientos comunes. Pero el cuento hindú tiene especialmente un carácter moral o espiritual y traduce siempre una enseñanza.

Cosmicómic, de Amedeo Balbi (Salamandra Graphic)

Mientras tratan de perfeccionar el funcionamiento de una gran antena, Arno Penzias y Robert Wilson, dos jóvenes radioastrónomos de los laboratorios Bell, en Holmdel, Nueva Jersey, captan un molesto ruido de fondo, omnipresente y misterioso. Corre el año 1964, y así comienza una investigación que los llevará a repasar medio siglo de historia de la ciencia y culminará con uno de los descubrimientos más trascendentales del hombre hasta la fecha.

Siguiendo las huellas de otros científicos, algunos muy célebres y otros apenas conocidos, Penzias y Wilson se topan con hallazgos sensacionales e intuiciones injustamente desatendidas. Desde Einstein y Hubble hasta el cura y científico Lemaître, pasando por el iconoclasta Gamow y el hierático Hoyle, cada uno de ellos entrevió un fragmento de la solución pero ninguno logró visualizar el cuadro completo. Y cuando éste finalmente toma cuerpo, surge la idea de que tras ese ruido banal se esconde algo muy grande, nada menos que la respuesta a la pregunta que la humanidad lleva planteándose desde sus orígenes: ¿cómo y cuándo nació el universo?