Instalar un centro de servicios compartidos (Shared Services Centers) en la Argentina es un 25% más barato que hacerlo en otro país de América latina, lo que ubica al país como el principal hub de la región.

Se trata de centros que instalan las grandes multinacionales en un país determinado para brindar servicios desde esa zona al resto de las filiales que tiene la empresa en la región y en el mundo, con el objetivo de reducir su estructura de costos, centralizar y eficientizar procesos.

En ese sentido, el principal atractivo de la Argentina está en su estructura de costos: salarios competitivos y un valor inmobiliario más accesible, que por sí solos explican cerca del 75% del gasto total de un centro de servicios compartidos. A eso se suma la calidad académica del talento local, su capacidad para moverse en contextos desafiantes y un nivel de inglés que sigue siendo un diferencial clave.

Sin embargo, el tipo de cambio volvió al país una región más costosa y menos competitiva. “En ese sentido, hay que ver el video y no la foto. Hace dos años, el país era sumamente económico en comparación con los Estados Unidos y hoy no es lo mismo. Pero cuando se lo analiza a nivel general, Argentina sigue teniendo una estructura de costos sumamente competitiva”, explicó Ezequiel Arcioni, director en Michael Page.

En este marco, las principales regiones a las que da soporte la Argentina son América latina, concentrando el 90% de las operaciones. Le siguen Norteamérica que continúa en expansión (62%), Europa (33%), Asia (24%) y, por último, África (14%).

“Las funciones financieras tradicionales continúan siendo el núcleo del modelo, mientras que crecen con fuerza las áreas orientadas a eficiencia, análisis y automatización. Accounting sigue siendo el servicio más ofrecido, y Transactional Finance experimenta un aumento del 18%, consolidando a Argentina como un hub clave para operaciones financieras transaccionales”, establece el informe de Michael Page.

En la región, la Argentina compite directamente con Colombia, Costa Rica y México. A nivel mundial lo hace con India, República Checa y Polonia.

Sobre el impacto que podrían tener la reforma laboral y tributaria que analiza el Gobierno, Arcioni sostuvo que, si bien hoy no se observa un efecto concreto en las decisiones de inversión, esos cambios deberían “generar un incentivo adicional” para que más centros se instalen en el país.

Actualmente, hay alrededor de 100 centros en el país distribuidos su mayoría en Buenos Aires. Empresas como Chevron, ExxonMobil, Accenture, JP Morgan, entre otras, cuentan con centros de servicios compartidos de más de 3000 personas.

“Los shared service centers empiezan a ser empresas en sí mismos que ofrecen un plan de carrera a las personas. Un hecho que cuatro años atrás era solo una puerta de entrada para luego ingresar al negocio real de la compañía”, señaló Arcioni.

Se estima que de las 348.000 personas que trabajan en la industria del conocimiento, aproximadamente un tercio pertenece a los centros de servicios compartidos. En ese sentido, se trata de una industria clave para la Argentina: las exportaciones de servicios basados en el conocimiento alcanzaron el volumen récord de u$s 9685 millones entre julio de 2024 y junio de 2025, lo que ubicó al sector como el tercer complejo exportador del país, detrás del agro y la industria automotriz.