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El sector energético admira hoy el desarrollo exponencial que las fuentes renovables lograron en la última década en la Argentina a partir de la ley 27.191 que está cumpliendo su ciclo, y que abre la discusión sobre el camino que este sector clave deberá seguir para apuntalar el crecimiento ante el doble desafío que impone un marco de transición energética globalmente ralentizado y un contexto local donde dominan los megaproyectos de gas y petróleo de Vaca Muerta.
El legado de la ley que caduca en diciembre refleja un sendero de crecimiento ininterrumpido y exponencial que permitió pasar de una energía generada de 2.500 Gw en 2015 a los 22.876 Gw de 2024, y con una proyección superadora para este año de cierre de ciclo. Esa progresión de capacidad que se aceleró desde 2019 y que logró triplicar en apenas estos cinco años, permitió que las renovables pudieran pasar de cubrir apenas el 1,9% de la demanda total del mercado eléctrico en 2015 al 16,3% del año pasado, con los actuales picos en torno al 20% mensual.
Pero estas fuentes de energía inagotable hoy tienen el desafío de dar otro salto exponencial a 2030 por sobre las actuales limitantes que advierte el propio sector. Entre ellas se menciona la largamente conocida necesidad de ampliar la red de transporte eléctrico, definir la continuidad de la legislación vigente hacia un nuevo modelo de desarrollo ya maduro, sostener contratos PPA con garantías, incorporarse al proceso de desregulación del mercado y sobre todo ampliar sus fronteras comerciales ante las limitantes que ya empiezan a percibirse.
Este año, las energías renovables superaron los 7.000 Mw de potencia instalada en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) con una clara predominancia de la tecnología eólica con 4.391 Mw habilitados a abril y de la solar con 1.909 Mw, frente a un total del sistema de 43.500 Mw a finales de 2024. Ese mismo año la generación de estas fuentes verdes tuvo un crecimiento del 13% interanual mientras que el Mercado a Término de Energías Renovables lo hizo al 50,8%, ratificando que fue el motor del sector de los últimos años.
Un único pedido: estabilidad fiscal
Martín Brandi, CEO de PCR y actual presidente de la Cámara de Generadores y Cadena de Valor de Energías Renovables (CEA), dijo que "a partir de la Ley 27.191 que se convirtió en una política de Estado, el sector pasó de ser insignificante en la matriz eléctrica a generar hoy casi el 18% de la electricidad. Desde entonces se realizaron inversiones por u$s 7.000 millones en un mercado que tenía demanda y necesidad de obras en el sector eléctrico, para lo cual las renovables fueron un vehículo de crecimiento de generación".
En un nuevo escenario, Brandi enfatizó la importancia de la estabilidad fiscal para el desarrollo de proyectos a largo plazo. "El sector nunca obtuvo los beneficios fiscales que eran parte de la ley, y aún sin ellos se ejecutaron inversiones. Por eso, está pidiendo una renovación de la normativa solo en cuanto a tener previsibilidad y estabilidad fiscal", explicó al asegurar que no se busca prorrogar beneficios o crear nuevos, sino "solo que se mantengan las reglas de juego que es fundamental en los proyectos de largo plazo".
"La industria considera que la prórroga y actualización de esta ley es esencial. Esta mirada, además, es compartida hoy por el poder ejecutivo nacional, el poder legislativo, y los gobiernos provinciales", afirmó en similar sentido Gustavo Castagnino, director de Asuntos Corporativos, Regulatorios y Sustentabilidad de Genneia, la empresa de mayor capacidad instalada del país. "Todos entendemos que el sector no requiere de medidas que impliquen un mayor costo fiscal -agregó-. La industria sólo requiere previsibilidad para planificar a 20 a 25 años. Necesitamos esas reglas estables que permitan seguir atrayendo financiamiento internacional y nuevas inversiones".

Es que el consenso es que nadie está buscando subsidios o costos para el Estado sino que haya un marco jurídico y fiscal claro, que incluya en un proceso incipiente de desregulación una garantía hasta que el mercado se consolide y para lo cual los contratos PPA de largo plazo fueron exitosos. El principal desafío de un nuevo proyecto en el corto plazo es a quién le vende la energía, luego de varios años en que el mercado se centró en los grandes usuarios e industrias, cuya demanda finita se va agotando.
La industria se embarca así en la búsqueda de un mecanismo para que las distribuidoras sean clientes activos para las renovables, como ocurre en todo el mundo, por ser un segmento muy predecible y confiable en los pagos. Ese proceso sólo puede darse en la Argentina en un mercado que debe transitar un período de desregulación del mercado eléctrico para desanudar todas las trabas generadas en los últimos 20 años con la omnipresencia del Estado a través de instrumentos como la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).

El proceso de desregulación para la contratación de energías renovables por parte de las distribuidoras debe basarse en un marco normativo claro, previsible y transparente, y en ese punto Castagnino retomó que "desregular no implica la ausencia de reglas, sino establecer condiciones que promuevan la inversión privada, la competencia eficiente y el acceso a energía en todo el país con mecanismos de certidumbre contractual a largo plazo".
Asimismo, es fundamental contar con instrumentos que faciliten la planificación del sistema por parte de las distribuidoras, brindando estabilidad tanto a los generadores como a los usuarios finales, teniendo en cuenta una creciente demanda de energía. "Con un enfoque de este tipo, se podría ampliar significativamente el volumen de demanda abastecida con renovables, generando un círculo virtuoso de inversión, desarrollo industrial y empleo local", enfatizó el directivo de Genneia.
"Desregular no implica la ausencia de reglas, sino establecer condiciones que promuevan la inversión privada, la competencia eficiente y el acceso a energía en todo el país con mecanismos de certidumbre contractual a largo plazo".
El nuevo actor de la demanda
Para Martín Genesio, presidente y CEO de AES Argentina, "los grandes usuarios dentro del área de concesión de una distribuidora deberían poder contratar el 100% de su demanda directamente con generadores, sin barreras regulatorias". Esto implicaría eliminar los subsidios implícitos que hoy existen en el precio que pagan a las distribuidoras, permitiendo una competencia equitativa entre el mercado regulado y el mercado a término.
Al mismo tiempo, "las distribuidoras deberían estar habilitadas a celebrar contratos de largo plazo con generadores para abastecer a usuarios residenciales y comerciales pequeños, y siempre que se adjudiquen mediante procesos competitivos y transparentes sus costos deberían poder trasladarse a la tarifa final", agregó Genesio en referencia a que esto incrementará la oferta de energía renovable en el sistema y contribuirá a reducir el costo promedio para los usuarios.

Pero para avanzar en este esquema, es fundamental que las distribuidoras regularicen sus deudas con Cammesa y se implementen mecanismos de garantía que aseguren la estabilidad financiera de la cadena de pagos.
"El objetivo es llegar a eso, y hasta tanto alguien confíe en hacer un proyecto para venderle a una distribuidora, hay una transición en los próximos años", sostuvo Brandi al respecto. Para facilitar esa transición, ve indispensable un esquema de garantía de pago para los generadores: "Algún sistema de garantía ante incumplimiento de las distribuidoras, un respaldo que dé tranquilidad de que la energía que se produce y para lo cual se toma deuda, puede cobrarse y repagar la inversión".
El Mater se comprobó una herramienta muy efectiva que permitió a los grandes usuarios contratar energía renovable a precios muy competitivos, y de manera directa, a través de contratos de largo plazo que brindan previsibilidad y menores costos.
"Con una redefinición que amplíe su alcance y agilice los procesos, el Mater podría duplicar su volumen actual en los próximos años consolidándose como un verdadero motor del crecimiento de las energías renovables, aportando a un sistema eléctrico mucho más eficiente, que acompañe el crecimiento de la actividad económica", reseñó Castagnino al destacar que Genneia fue el principal proveedor en este segmento en 2024 con 852 Gwh entregados.
Buscando diversificar mercados
La llegada de las renovables puede ser transversal a todos los sectores de la demanda, no solo en el usuario final de una distribuidora, sino también en sectores de gran potencial de corto plazo y de alto consumo energético como la minería, la producción de hidrocarburos o sectores industriales que transitan un camino propio de transición energética con la electrificación para reducir su huella de carbono.
Martín Mandarano, presidente de YPF Luz, destacó la importancia de estas energías limpias para el crecimiento de la minería, tanto de cobre como de litio, en la Argentina. "Vemos como una oportunidad para el negocio eléctrico desarrollar, en forma sustentable y económica, un camino para que la minería se desarrolle competitivamente a nivel mundial. Tenemos muy buenos recursos de viento, de sol y de gas natural, y la minería de cobre y litio es electro-intensiva."

YPF Luz está trabajando activamente en proyectos para abastecer a este sector, incluyendo una inversión significativa en transmisión. Uno de ellos lo llevó a una asociación estratégica con Central Puerto, la mayor generadora de electricidad de la Argentina, mediante un proyecto de línea de alta tensión de unos 300 kilómetros que permita unir varios yacimientos de litio en distintos estados de desarrollo, e incluso alcanzar la minería metalífera.
"Se trata de un proyecto de más de 400 millones de dólaresde transmisión para abastecer a todos los proyectos de minería de litio, desde Salta hasta Catamarca. El gran desafío es que la minería tome la decisión de avanzar, porque todo proyecto de infraestructura requiere firmeza en el consumo", detalló al respecto Mandarano al asegurar que la expansión de la minería implicará una reconfiguración de la demanda energética y una duplicación de los consumos provinciales generando un gran desafío al Sistema Interconectado Nacional.

La capacidad al límite
Otra experiencia de salir a buscar otros clientes de consumo intensivo es la que está desarrollando 360 Energy en su alianza con la automotriz Stellantis, la que en abril de 2024 se convirtió en accionista de la empresa dedicada a la energía solar. Maximiliano Ivanissevich, director de Asuntos Corporativos en 360Energy explicó que a partir de entonces están avanzando en proyectos de abastecimiento de las terminales de la marca en Córdoba y El Palomar; tres plantas en Brasil, otras tantas en México, una en España y tres en Italia.
"El Mater fue el gran movilizador del sector pero eso se va desacelerando por la limitación de la capacidad de transporte y este mercado a término se va ralentizando, por eso estamos enfocados también en la oportunidad de iniciar proyectos por fuera del país para evitar esta limitante, aunque no es exclusiva de la Argentina porque hay muchos mercados en situaciones similares", aseguró Ivanissevich al resaltar también en la alternativa del almacenamiento para brindar a las renovables un horizonte de crecimiento mucho mayor.
En similar sentido, Genesio destacó que hoy "las tecnologías renovables pueden competir en precio con otras fuentes de generación. Sin embargo, su expansión se ve limitada por la capacidad de las líneas de transmisión, y las regiones con mayor potencial renovable ya operan cerca del límite de su infraestructura de transporte eléctrico". Así, uno de los principales desafíos del mercado es, por tanto, "encontrar mecanismos que permitan ampliar la red de transporte de forma eficiente y económicamente viable, habilitando así nuevas inversiones en el sector".
"Existe un déficit de inversión en todos los eslabones de la cadena eléctrica -coincidió Brandi. La potencia está con lo justo y ante cualquier imprevisto se está al borde del problema. Las líneas de transmisión están ocupadas al máximo y la red de distribución también", dijo al abordar un tema en plena definición sobre la participación de privados y en particular de las generadoras en financiar y construir las redes de alta tensión identificada para sobrellevar la crisis del sistema.
No se trata de que esas empresas construyan las líneas de 500kv necesarias y recuperen dicha inversión en el precio de la energía, lo que se considera inviable, sino de definir un esquema donde el privado ejecute las obras, pero que la recuperación se haga a través de un cargo por transporte que paga la demanda. Hay varias empresas que ya manifestaron tienen interés en participar, generadores que saben que la única forma de nuevos proyectos es que alguien construya las líneas, y ser parte de los oferentes de licitaciones de construcción.
Financiamiento y RIGI
Hasta el momento el sector encontró dónde seguir instalando nuevos proyectos. Seguramente está en condiciones de abastecer lo que requiera el mercado en el orden de u$s 1.500 millones por año de proyectos nuevos, dependiendo de cómo evolucione la economía, según estimaciones del sector que consideran la clave la normalización del mercado y las inversiones necesarias para evitar un déficit frente el desarrollo económico del país.
Las empresas del sector ratifican que podrán invertir en este bienio 2025 y 2026 más de u$s 4.500 millones en proyectos que ya cuentan con la ingeniería y el financiamiento comprometido.
El financiamiento no demostró ser un cuello de botella adicional al escindirse la industria del riesgo argentino, y el RIGI comienza a demostrar su impacto para la concreción de proyectos. YPF Luz fue la primera empresa en lograr la aprobación del régimen para el parque solar El Quemado, en la provincia de Mendoza, el que tendrá una capacidad instalada de 305 Mw y demandará una inversión de aproximadamente u$s 210 millones.
"Fuimos los primeros en participar en el RIGI y hoy estamos construyendo. Hemos importado sin aranceles, tenemos los beneficios del IVA y los estamos utilizando de forma inmediata. Estamos viendo que el RIGI es una realidad", aseguró Mandarano.
A pesar de las limitaciones por superar, las empresas del sector ratifican que podrán invertir en este bienio 2025 y 2026 más de u$s 4.500 millones en proyectos que ya cuentan con la ingeniería y el financiamiento comprometido, y se estima que un monto similar está en espera de poder destrabarse cuando se empiece a resolver la falta de acceso a las redes del sistema, lo que permitirá a la industria seguir expandiendo sus fronteras.














