El Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil creció 2,7% en 2011, informó este martes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La oferta agropecuaria subió 3,9%, la industria 1,6% y el sector de servicios 2,7%, todos en relación a 2010. En aquel año, el PBI registró un avance de 7,5% sobre el anterior
Por el lado de la demanda, el consumo de las familias creció 4,1%, mientras el del gobierno aumentó 1,9%, y las inversiones (medidas por la formación bruta de capital fijo) se expandieron 4,7%. Las exportaciones registraron un alza de 4,5% y las importaciones, una suba de 9,7%.
El resultado del PBI de 2011, medido por el IBGE, se mantuvo en línea con el del IBC-Br, el indicador de actividad económica calculado por el Banco Central (BC), que tiene como objetivo una aproximación al PBI del país.
El IBC-Br del año pasado presentó una expansión de 2,72% en relación a 2010, en la medición sin ajuste estacional. En el último boletín “Economía Brasileña en Perspectiva”, divulgado en febrero, el ministerio de Hacienda estimaba un PBI de 3,2% para el año pasado, mientras el informe de inflación del BC de diciembre redujo la proyección anterior para el PBI de 3,5% a 3%. Para este año, la estimación oficial es de una expansión de 4,5%.
La fuerte desaceleración de la economía en el último año alcanzó a todos los componentes del PBI, pero a algunos con más intensidad. Después de crecer 7,5% en 2010, el gobierno y el BC tomaron medidas para enfriar la demanda interna, con un aumento de la tasa básica de interés y reducción de los gastos públicos.
Por el lado de la demanda, la inversión, que suele tener un comportamiento bastante pro-cíclico, fue el componente que perdió más aliento a lo largo de 2011, según los datos divulgados por el IBGE. En 2010, había registrado un aumento expresivo de 21,3%.
En el consumo de las familias, el ritmo del año pasado también fue menor que el del anterior, pero la caída resultó menos intensa porque ese segmento de la demanda había crecido 6,9% en 2010, por debajo de la tasa promedio de la economía.
Considerando la oferta, la industria, presionada también por el real valorizado y el aumento de la competencia con los importados, fue la que más sintió el peso de las acciones de la política monetaria. En 2010, su crecimiento llegó a 10,4% en relación a 2009. El sector de servicios también se desaceleró a lo largo del año pasado, tras cerrar 2010 con una suba de 5,5%.