Un sedán motor flex (biocombustible), equipado con turbo y vendido actualmente en Brasil a R$ 130.000 será el punto de partida de la fábrica que levanta BMW en el norte de Santa Catarina. La dirección de la automotriz alemana anunció que el modelo 320i -que compone la serie 3 de la marca- será el primero que se armará en el país.

El auto se presentó como el único desarrollado en el segmento premium para andar tanto a nafta como a etanol, al mismo tiempo que combina en el sistema de propulsión un turbocompresor y el mecanismo de inyección directa de combustible en la cámara de combustión -dos soluciones que permiten reducir el tamaño de los motores, sin comprometer la potencia del vehículo.

Después del sedan de la serie 3, se producirán en la fábrica brasileña un hatch de la serie 1 y dos utilitarios deportivos, el X1 y X3, aunque no necesariamente en ese orden.

También armarán el Mini Cooper. Según BMW, el modelo se producirá en el país en la versión Countryman, una especie de utilitario deportivo de la familia de los minis ingleses que integran el portfolio del grupo.

BMW anunció los cinco modelos, que se armarán en una única línea de producción, durante el lanzamiento de la piedra fundamental de la fábrica que levanta en el municipio de Araquari, en Santa Catarina. En realidad, en el caso de BMW se trató de una ceremonia protocolar porque la automotriz ya inició la construcción de la planta.

El plan de la empresa es concluir las obras hasta septiembre de 2014 e iniciar la producción el mes siguiente. La inversión supera los 200 millones de euros, o aproximadamente R$ 600 millones. BMW planea alcanzar en tres años una capacidad de producción anual en esa línea de montaje de 32.000 vehículos en un único turno de trabajo, con la generación de aproximadamente 1.300 empleos directos y otros 2.500 indirectos, entre proveedores y concesionarios de autos.

La fábrica ocupará un tercio de un terreno de 1,5 millones de metros cuadrados. Contará con líneas de montaje, soldadura, sistemas de pintura y logística, además de predios administrativos y auxiliares. Al incluir todos esos procesos, dejando fuera pocos sectores, como el de estampados y motores, la automotriz se asegura que el emprendimiento atienda a todas las exigencias del Innovar-Auto, el programa del gobierno federal que concede incentivos fiscales a cambio de la nacionalización de vehículos.

Junto con la fábrica, el grupo está armando un centro de entrenamiento en una ciudad cercana a Araquari donde habrá una réplica de la futura línea de montaje para preparar, a partir del próximo mes, a los futuros operarios de la empresa.

El jefe de BMW en la región de las Américas, Ludwig Willisch, destacó los motivos de la inversión: el acceso a mano de obra calificada en un polo metal-mecánico y la proximidad a cinco puertos.