Roma fue durante siglos el epicentro de la fe católica, pero recientes hallazgos arqueológicos han reescrito parte de la historia sagrada. Un grupo de científicos hallaron múltiples criptas papales, catacumbas ocultas y sarcófagos olvidados en una investigación liderada por el Instituto Pontificio de Arqueología Cristiana, revelando los oscuros y fascinantes secretos bajo la Ciudad Eterna.
El estudio reveló nuevos detalles sobre los lugares de entierro de decenas de papas, incluido el actual el Papa Francisco, según National Geographic. La apertura de secciones inexploradas de la necrópolis bajo la Basílica de San Pedro y otros descubrimientos provocaron gran interés mediático y académico.
Tiembla el Vaticano: una investigación revela los secretos mejores ocultos de las criptas papales
El apóstol Pedro fue uno de los primeros en ser enterrado fuera de las murallas de Roma en una necrópolis ahora situada bajo la Basílica de San Pedro. En la década de 1930, arqueólogos descubrieron fragmentos óseos y textiles asociados a Pedro en el Muro de Grafiti, cuya reapertura ha generado renovadas hipótesis.
Los primeros papas fueron enterrados en catacumbas cristianas a lo largo de la Vía Apia. Estos túneles que se extienden por kilómetros y, aunque muchos nichos están vacíos, su historia sigue viva entre paredes cubiertas de inscripciones griegas y latinas. El papa Julio II, mecenas de Miguel Ángel, descansa en San Pedro, aunque su tumba monumental fue exiliada a otra iglesia.
Uno de los episodios más macabros es el del papa Formoso, sometido a juicio póstumo en el siglo IX. Tras ser declarado culpable de usurpación, su cuerpo fue mutilado y arrojado al Tíber. Según la tradición, realizó milagros aún después de muerto, generando un mito que se niega a desaparecer del imaginario católico.
El papa Francisco rompió el protocolo y eligió ser enterrado en Santa María la Mayor
El Papa Francisco murió el pasado 21 de abril tras un derrame cerebral. Durante su pontificado sorprendió al romper con siglos de protocolo respecto al lugar de entierro.
El Sumo Pontífice eligió la Basílica de Santa María la Mayor, convirtiéndose en el primer papa en hacerlo desde 1679. Este templo del siglo V alberga algunos de los mosaicos marianos más antiguos del mundo y restos de siete papas anteriores.
En su libro El Sucesor, Francisco relató haber elegido su tumba al ver una pequeña puerta junto a la estatua de la Reina de la Paz. Pidió ser enterrado "en la tierra, sin decoración", con una inscripción sencilla: Franciscus. Así cerró su ciclo con humildad, fiel a su estilo personal desde el inicio de su pontificado.