Se acerca el invierno y una tendencia inesperada empezó a ganar terreno: frotar cebolla en las ventanas de la casa para enfrentar los días más fríos. El método genera curiosidad por su simplicidad y por las mejoras que aporta en la protección del vidrio.
La práctica, aunque sorprendente, ya acumula recomendaciones de usuarios que aseguran resultados visibles. Esto disparó la pregunta sobre para qué sirve realmente y por qué todos lo recomiendan, en un contexto donde los trucos caseros económicos vuelven a ser protagonistas.
¿Para qué sirve frotar cebolla en las ventanas de la casa?
Frotar cebolla en las ventanas crea una fina película natural que reduce la condensación y evita que la escarcha se adhiera al vidrio durante la noche. Sus aceites forman una barrera que limita el hielo y el empañamiento.
El procedimiento es rápido: solo se corta una cebolla a la mitad y se pasa el lado plano sobre el vidrio limpio antes de que bajen las temperaturas. El efecto preventivo se mantiene hasta la mañana siguiente.
Cómo hacerlo correctamente
1- Cortar la cebolla a la mitad.
2- Frotar el lado plano sobre el vidrio seco y limpio.
3- Cubrir toda la superficie.
4- Repetir antes de noches frías.
¿Por qué todos lo recomiendan y qué alternativas existen?
La técnica es tendencia porque es económica, accesible y no usa químicos. Una cebolla cuesta tan solo centavos de dólar y ofrece un efecto aislante útil para ventanas antiguas o poco selladas.
Además, existen alternativas caseras igual de efectivas: una mezcla de vinagre con agua para rociar el vidrio o cubrir las ventanas con un paño durante la noche, métodos que también ayudan a evitar escarcha y humedad.