Un grupo de distritos escolares del estado de Nueva York decidió adelantar el inicio de clases en una hora completa a partir del ciclo 2025-2026. La medida, impulsada por la gobernadora Kathy Hochul, busca aliviar la gravedad de la crisis en el transporte escolar, pero ha levantado alertas en torno a su impacto en la salud y rutina de las familias.
Aunque la intención es optimizar rutas y recursos, padres y expertos en salud pediátrica advierten que este ajuste podría traer consecuencias negativas significativas tanto para el bienestar de los alumnos como para la organización familiar.
Cambia la educación en Nueva York: así afectará el nuevo horario a todos los estudiantes
La medida establece que las escuelas públicas de varios distritos de Nueva York comenzarán las clases una hora antes de lo habitual a partir del ciclo escolar 2025-2026. En términos concretos, los estudiantes que hoy inician su jornada a las 8:50 a.m. deberán hacerlo a las 7:50 a.m. o incluso más temprano, según cada distrito.
La iniciativa fue promovida como parte de una respuesta a la crisis en el transporte escolar, que afecta a cientos de rutas en todo el estado. Según explicó el Departamento de Educación, adelantar los turnos permitirá organizar mejor la rotación de los autobuses y cubrir más trayectos con menos personal. También se menciona un intento por reducir los retrasos en el inicio de clases, que se han vuelto recurrentes en muchas comunidades rurales y suburbanas.
A pesar de que se trata de una solución operativa, el cambio en el horario impacta directamente en los hábitos de descanso, alimentación y desplazamiento de los estudiantes. Diversos informes aseguran que los más afectados serán los adolescentes, cuyo reloj biológico natural tiende a un inicio más tardío de la jornada.
¿Cuáles son las consecuencias de salud para los estudiantes?
- Disminución de horas de sueño, especialmente en adolescentes, quienes ya presentan un déficit crónico de descanso.
- Fatiga matutina persistente, que puede generar somnolencia en clase y menor capacidad de atención.
- Peor rendimiento académico, asociado a falta de concentración, bajo nivel de energía y reducción en la memoria activa.
- Alteración de la rutina familiar, ya que muchos padres deberán modificar sus horarios laborales para adaptarse.
- Mayor exposición a riesgos, como caminar o esperar el autobús en horas con poca luz.
- Impacto negativo en la salud emocional, por aumento del estrés, irritabilidad y ansiedad.
- Mayor ausentismo y retrasos, según lo observado en experiencias previas con cambios similares.
¿Cuándo entra en vigencia la medida en Nueva York?
El nuevo horario comenzará a implementarse a partir del inicio del ciclo escolar 2025-2026, es decir, en septiembre de 2025. Hasta ahora, ya confirmaron su adhesión al cambio varios distritos del centro del estado de Nueva York, aunque se espera que otros adopten medidas similares en los próximos meses.
Durante el ciclo 2024-2025, las autoridades educativas trabajarán en la planificación logística y en campañas de información dirigidas a familias, docentes y personal de transporte. También se prevé que algunas escuelas realicen pruebas piloto con horarios escalonados, para evaluar el impacto real en el desarrollo diario de los alumnos.