Bill Gates, reconocido mundialmente por ser el cofundador del gigante tecnológico Microsoft y por la labor filantrópica que realiza a través de su fundación, reveló al mundo el hábito que de pequeño quisieron quitarle -sin éxito- pero que hoy comprende como una gran clave para su formación: la inquietud en el aula.
En un reciente posteo que realizó en su blog personal Gates Notes, el magnate destacó la metodología que Kim Broomer, coronada Maestra del Año de Washington en 2025, utiliza con sus alumnos de jardín de infantes y el rol protagónico que otorga a lo sensorial.
Para la docente, que los niños sean inquietos dentro de aula no es un hábito molesto o que debe corregirse, sino que lo utiliza como una herramienta más en el día a día.
El hábito que Bill Gates mantuvo de chico y fue una de las claves de su éxito
El magnate relata que de niño le resultaba imposible quedarse quieto dentro del salón de clases: se retorcía en la silla y hasta masticaba sus propios anteojos y lápices.
"En ese momento, sentí que estaba haciendo algo mal. Ahora sé que esos movimientos me ayudaron a procesar mi entorno y mantenerme comprometido con la clase", aseguró.
En esa línea, explicó que la maestra Broomer enseña en un jardín de infantes de inclusión total, donde los estudiantes tienen diversas necesidades de aprendizaje y por eso mismo se les ofrecen alternativas para fomentar su regulación sensorial.
Cómo se incorpora actualmente el hábito de Bill Gates en el aula
Gates explica que los movimientos dentro del salón de clases suelen ser malinterpretados en las aulas convencionales e incluso es común que se intente que los alumnos dejen de hacerlos. Sin embargo, pueden resultar esenciales para el buen aprendizaje.
"Las herramientas especiales permiten a los estudiantes de Kim regular sus necesidades sensoriales sin interrumpir el aula", explica Gates.
Llevado a la práctica, cuando los alumnos necesitan mover o sacudir cosas, se les proporcionan juguetes silenciosos que no interfieren con las actividades realizadas.
"Me mostró tapas de bolígrafos especiales que están destinadas a ser masticadas. Incluso tiene sillas especiales que permiten a los estudiantes mover sus cuerpos mientras se mantienen seguros y comprometidos", ahondó el magnate, quien especificó que al día de hoy aún precisa de movimientos autorreguladores o repetitivos, manifestando su deseo de que más instituciones adopten esta estrategia con sus alumnos.