Tras el cierre del plazo para presentar la declaración de impuestos en Estados Unidos, el pasado 15 de abril, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) ha comenzado una serie de auditorías dirigidas a contribuyentes que podrían haber cometido irregularidades fiscales.
Esta medida de control apunta a detectar posibles fraudes tributarios, con especial atención a deducciones falsas y créditos indebidos.
Contribuyentes bajo la lupa del IRS
Según medios especializados, el IRS ha puesto el foco en aquellos que han presentado su declaración de impuestos 2025 con documentación inconsistente o sospechosa.
Los casos más observados incluyen:
Profesionales independientes que aplicaron deducciones de negocio inusualmente altas.
Personas que utilizaron la deducción por oficina en casa (Home office deduction) para justificar gastos elevados que no se corresponden con los ingresos reportados.
Contribuyentes que registraron gastos no esenciales o poco comunes en su actividad laboral o comercial.
Estas prácticas son consideradas por el IRS como indicios de esquemas abusivos o fraudulentos, y quienes las hayan utilizado podrían ser objeto de una auditoría fiscal.
¿Cómo actúa el IRS ante las irregularidades?
Cuando el IRS detecta una posible inconsistencia, inicia un proceso de auditoría que puede ser realizado de forma remota o presencial. El contribuyente será notificado oficialmente, y deberá presentar la documentación de respaldo de todas las deducciones y créditos reclamados.
- Es fundamental responder en tiempo y forma para evitar multas o sanciones severas.
El objetivo de estas auditorías es verificar que la información presentada coincida con la realidad financiera del contribuyente y que se hayan respetado las normas fiscales vigentes.
¿Qué se recomienda a los contribuyentes?
Ante un posible control, es clave contar con comprobantes válidos y asesoramiento contable adecuado. Quienes hayan presentado su declaración de forma honesta y con el respaldo necesario, no deberían tener mayores complicaciones.
Sin embargo, para aquellos que hayan inflado sus gastos o reclamado créditos fiscales indebidos, las consecuencias podrían incluir ajustes en la declaración, intereses, recargos o incluso procesos legales.