A partir del 30 de septiembre la Administración del Seguro Social (SSA) implementará una nueva forma de pago para todos los beneficiarios que reciben sus cheques en formato papel. La decisión busca modernizar el sistema y evitar fraudes, pero también implica que miles de personas podrían sufrir demoras si no actualizan su información a tiempo.
Aunque más del 99% de los beneficiarios ya reciben depósitos directos, aún existen unas 500.000 personas que cobran mediante cheques físicos. Para ellos, el plazo es inminente y de no cumplir con el nuevo requisito, sus pagos podrían suspenderse de forma temporal.
Es oficial: un nuevo cambio del Seguro Social puede dejar sin pagos a miles de beneficiarios
Las autoridades de SSA anunciaron que quienes todavía reciban cheques en papel deberán elegir entre dos opciones: depósito directo en cuenta bancaria o la tarjeta Direct Express, una tarjeta de débito prepagada diseñada para recibir beneficios federales.
Este cambio se justifica en dos razones principales: por un lado, reducir costos administrativos, cada cheque cuesta aproximadamente 50 centavos, frente a los menos de 15 centavos que cuesta una transferencia electrónica, y por otro, reforzar la seguridad, ya que los pagos físicos son más vulnerables a robos y fraudes.
¿Qué pasará si no cumples con el requisito?
Quienes no actualicen su método de pago antes del 30 de septiembre pueden enfrentar interrupciones en la entrega de sus beneficios. La SSA subrayó que no se trata de una pérdida definitiva del dinero, pero sí podrían producirse retrasos en la acreditación.
Además, se establecieron excepciones para casos específicos: adultos mayores de 90 años, personas con discapacidades mentales graves o quienes vivan en zonas sin acceso a infraestructura bancaria podrán seguir recibiendo cheques impresos bajo autorización especial.
La medida representa un paso hacia la digitalización del sistema y, según la SSA, permitirá ahorrar millones de dólares al año en costos de emisión. Para los beneficiarios, la recomendación es simple: actualizar el método de pago cuanto antes y evitar cualquier retraso que pueda suspender sus próximos depósitos.