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A pesar de haber resistido desde el 2 de abril, cuando el presidente Donald Trump impuso su primera ronda de aranceles a sus socios comerciales, se avecina un aumento de precios en algunos de los sectores más populares de la economía estadounidense.

Por el momento los consumidores han podido evadir medianamente el encarecimiento de las compras en indumentaria, supermercados y productos de tecnología -aunque institutos como el Yale Budget Lab reportan que algunos ya han aumentado entre un 37 y 39%.

Sin embargo, ciertas compañías ya anunciaron que el alza es inminente y preparan a sus clientes para contemplar qué conviene y qué no comprar de cara a 2026.

¿Qué empresas ya confirmaron aumentos de precios?

Varias marcas de distintos rubros admitieron que trasladarán los costos de los aranceles directamente a los consumidores. Las subas alcanzan a ropa, calzado, automóviles, alimentos y hasta artículos de lujo.

Entre las compañías que ya oficializaron aumentos se encuentran:

  • Adidas y Nike: prevén incrementos millonarios por aranceles a sus fábricas en Asia.
  • Macy's, Columbia Sportswear y Hermès: confirmaron que subirán precios en ropa y accesorios.
  • Ferrari, Ford y Volkswagen: anunciaron ajustes en autos importados que podrían encarecerse entre 4.000 y 12.000 dólares.
  • Conagra, Target y Walmart: advirtieron sobre alzas en alimentos básicos y enlatados.
  • Best Buy, Home Depot, Nikon, Canon, Leica y Swatch: ya aplican subas en tecnología, artículos para el hogar y relojes.

Este panorama afecta a bienes de consumo masivo y también a marcas de lujo, lo que indica que la presión inflacionaria será transversal en 2026.

¿Qué productos no conviene comprar más en EE.UU.?

Los incrementos anunciados afectan de manera directa a varios rubros, lo que obliga a los consumidores a repensar qué comprar y cuándo hacerlo. En el corto plazo, los expertos sugieren cautela con algunos productos particularmente sensibles a los aranceles.

  • Indumentaria y calzado: serán de los primeros en mostrar subas, con aumentos que se trasladarán rápidamente a la vidriera.
  • Electrónica y dispositivos fotográficos: desde computadoras hasta accesorios, la cadena de suministros global hará difícil evitar los incrementos.
  • Automóviles importados: los aranceles aplicados a los autos elevan los costos de manera significativa, lo que encarece tanto modelos de lujo como familiares.
  • Alimentos procesados y enlatados: los insumos básicos importados impactarán en la góndola, reduciendo la accesibilidad de productos cotidianos.
  • Artículos de lujo y relojería: ya registran ajustes de hasta dos dígitos y se perfilan como menos accesibles para gran parte de los consumidores.

La recomendación es adelantar compras esenciales y evaluar sustitutos producidos en el mercado interno, menos expuestos a la guerra comercial.