Las profundidades del océano siguen guardando secretos que emergen gracias a los avances tecnológicos en exploración submarina. Cada nuevo hallazgo permite reconstruir fragmentos olvidados de la historia y comprender mejor los acontecimientos que marcaron el pasado.
Entre los descubrimientos más recientes, investigadores lograron registrar por primera vez imágenes inéditas de un submarino de la Primera Guerra Mundial hundido hace más de cien años. El naufragio, ubicado a 400 metros bajo la superficie, corresponde al USS F-1, una nave que se perdió durante un ejercicio militar en 1917.
La misión fue realizada por el Woods Hole Oceanographic Institution entre el 24 de febrero y el 4 de marzo, durante una expedición técnica a bordo del buque Atlantis. Las imágenes obtenidas revelan detalles asombrosos del submarino perdido en el fondo del mar y permiten rendir homenaje a los 19 tripulantes que murieron en el accidente.
¿Cómo es el submarino de la Primera Guerra Mundial hallado en el fondo del mar?
El USS F-1 era un submarino de ataque costero, típico de los primeros modelos utilizados por la Armada de Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial. Su estructura compacta y su diseño rudimentario contrastan con las naves actuales, pero representan un hito en la evolución de la guerra submarina.
Gracias al uso de vehículos especializados, el equipo científico logró registrar imágenes de alta definición que muestran la hélice, el casco y un timón externo aún visible sobre la vela del buque. El estado de conservación sorprendió a los investigadores.
Las imágenes fueron transformadas en modelos fotogramétricos tridimensionales, una técnica que permite estudiar el naufragio con un nivel de detalle milimétrico. Este registro no solo preserva digitalmente la estructura, sino que también ayuda a comprender el daño sufrido durante el hundimiento.
¿Cómo lograron capturar las imágenes inéditas del naufragio?
Aunque la expedición tenía como objetivo principal entrenar nuevos operadores y probar equipos, la cercanía del sitio permitió incluir al USS F-1 como parte del itinerario. El buque Atlantis, perteneciente al WHOI, fue clave en la logística de la operación.
La combinación del sonar multihaz del Atlantis con las cámaras del sumergible Alvin permitió mapear el lecho marino y capturar imágenes precisas del submarino. Estas fueron procesadas por especialistas del WHOI para generar reconstrucciones digitales en alta resolución.
La misión contó con el apoyo de la National Science Foundation (NSF), el Office of Naval Research (ONR) y otras instituciones. El operativo culminó con una ceremonia a bordo en la que se tocó una campana 19 veces, en homenaje a los marinos que perdieron la vida en el siniestro.