Científicos confirmaron el hallazgo del pueblo suizo de Blatten, sepultado por el colapso del glaciar Birch el pasado 28 de mayo, tras un deslizamiento masivo de hielo, roca y sedimentos. Las investigaciones sostienen que, con el deshielo del permafrost en los Alpes, otras localidades como Kandersteg enfrentan amenazas similares en los próximos años.
Los estudios preliminares fueron publicados por el Instituto Politécnico Federal de Zúrich (ETH Zürich) con análisis de glaciólogos y geólogos como MartinFunk, OlivierGagliardini y MatthiasHuss.
Revelan que el colapso fue provocado por el impacto de rocas del Kleines Nesthorn sobre el glaciar, superando su capacidad de carga y desencadenando un gigantesco alud de más de 10 millones de toneladas.
Científicos descubren un pueblo enterrado por el cambio climático
El 28 de mayo de 2025, Blatten en el valle Lötschental fue incendiado por un cataclismo natural: en solo 28 segundos, un glaciar colapsó, sepultando el 90% de las viviendas y generando un sismo de magnitud 3.1. Afortunadamente, la evacuación previa del 19 de mayo evitó pérdidas humanas significativas, aunque permanece desaparecida una persona.
El informe de la ETH Zürich señala que las rocas desprendidas del Kleines Nesthorn, una montaña de 3342m, depositaron cerca de 12 millones de toneladas sobre el glaciar Birch en apenas dos semanas, generando un colapso estructural de dimensiones inéditas en los Alpes.
¿Qué otros pueblos podrían desaparecer?
A nueve kilómetros de distancia, el pueblo turístico de Kandersteg ha intensificado los monitoreos de su montaña vecina, SpitzeStei, con GPS, radares y drones. Desde 2018 se detectan desplazamientos de hasta 70cm diarios por el deterioro del permafrost.
Según los investigadores del Instituto de Investigaciones de Nieve y Avalanchas de Davos, la descongelación de suelos y rocas a gran altura ha debilitado la cohesión natural, lo que incrementa drásticamente el riesgo de deslizamientos o avalanchas de hielo y rocas en un marco de cambio climático acelerado.
Este fenómeno pone en evidencia una tendencia acelerada: el deshielo del permafrost, impulsado por el aumento de las temperaturas en los Alpes, está desmantelando la estabilidad de las montañas. Aunque Blatten representa lo peor del presente, regiones similares en Europa, América y Asia enfrentan riesgos comparables, según glaciólogos y expertos en riesgos de montaña .