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Con la llegada del calor, muchas personas se sienten motivadas a perder esos kilos de más y, en su búsqueda de soluciones efectivas, surgen múltiples opciones de dietas y planes de alimentación.

Entre ellas, el método 30-30-30, popularizado por el biólogo Gary Brecka: se destaca por su simplicidad y eficacia al momento de reducir la grasa corporal.

Esta técnica, inicialmente formulada por Tim Ferriss en su libro El cuerpo de 4 horas, propone una rutina matutina compuesta de tres pasos clave.


¿Cómo se aplica el método 30-30-30?


La esencia del método 30-30-30 radica en tres simples pasos que deben seguirse al despertar:

  1. Desayuno inmediato: consumir 30 gramos de proteína dentro de los primeros 30 minutos después de levantarte.
  2. Ejercicio cardiovascular: realizar 30 minutos de ejercicio de baja intensidad, como caminar o andar en bicicleta.

Lo destacable es que este enfoque no exige restricciones alimenticias estrictas ni contar calorías en otras comidas del día.

¿Por qué es beneficioso el método 30-30-30?


La técnica se enfoca en maximizar la función corporal y contribuir al control de peso. La ingesta de proteínas al inicio del día ayuda a prolongar la saciedad, estabilizar los niveles de azúcar en sangre y combatir la resistencia a la insulina.

Además, al realizar ejercicio cardiovascular, se potencia la quema de grasa sin afectar el músculo magro.

¿Qué dice la ciencia sobre el método 30-30-30?


Un estudio realizado en 2021 respaldó la eficacia del método 30-30-30, señalando que la combinación de una mayor ingesta de proteínas y ejercicio cardiovascular reducía la grasa corporal, mejoraba la sensibilidad a la insulina y disminuía el colesterol y la inflamación.

¿Qué alimentos son ideales para el desayuno?


Para cumplir con la recomendación de 30 gramos de proteína, se puede optar por:

  • Tres huevos revueltos con queso;
  • Yogur griego con nueces,
  • Quinoa con tofu, huevos o queso.

¿Qué tipo de ejercicio es recomendable?

Los 30 minutos de ejercicio cardiovascular deben ser de baja intensidad, manteniendo la frecuencia cardíaca en un rango de 135 latidos por minuto o menos.

Algunas actividades recomendadas incluyen:

  • Caminar.
  • Andar en bicicleta.
  • Bailar.
  • Correr.
  • Usar la elíptica.
  • Nadar.