En marzo, Nissan anunció una mega inversión de u$s 600 millones para fabricar una pick-up a fin de 2017 en la planta de Renault en Santa Isabel, en la provincia de Córdoba. Será la nueva Frontier, que servirá de base, además, para una pick-up mediana de la marca del rombo y la primera en la historia de Mercedes-Benz. José Luis Valls, presidente de Nissan América latina, amplía su perspectiva sobre el presente y el futuro de la firma.
- ¿Nissan evaluó construir una fábrica desde cero?
Sí, se analizó mucho. Evaluamos pros y contras en un estudio exhaustivo que duró meses. Finalmente, decidimos aprovechar la alianza con Renault y ampliar las instalaciones de Santa Isabel. La inversión será de u$s 600 millones, para iniciar la venta a principio de 2018. Del total producido, un 70% se destinará a la exportación y un 30% para consumo interno.
- ¿Cuál será el porcentaje de integración nacional de la Frontier?
Estamos apostando bastante agresivamente a un nivel de integración de entrada cercano al 50%. No creo que lleguemos porque es muy alto, pero apuntamos a eso.
- ¿Cuáles serán los objetivos de venta en el país?
No quiero dar cifras exactas pero somos muy ambiciosos, tenemos una pick-up ganadora. El tamaño de mercado de este segmento hoy en la Argentina está rondando el 10%. Pero veo que está creciendo más en las ciudades que en donde debería, que es el campo. Eso está un poco desvirtuado. Creo que tiene un potencial mayor, veo un potencial de pick-ups a nivel industria de entre el 10% y 15%. Si tomamos un mercado de 800.000 unidades, los modelos pueden rondar entre 80.000 y 100.000 unidades. Nissan es líder absoluto del segmento en varias regiones del mundo. Queremos ser protagonistas del mercado argentino.
- ¿Qué lectura hace del contexto regional?
Lo veo convulsionado. Básicamente, por la caída del precio de las commodities y el crecimiento fuerte que está teniendo la economía norteamericana, con un dólar que se fortalece. Esto genera un doble impacto en nuestras economías. Cada caso es particular pero hablo en términos generales. Eso hace que haya habido una devaluación de las monedas latinas, que nos ha puesto un poco más de presión en los negocios. También vemos que hay una necesidad de inversión en infraestructura.
- ¿Por qué eligieron América latina para este proyecto?
Con subas y bajas, América latina presenta un consistente crecimiento. Pero la verdad es que, cuando uno hace este tipo de inversión, no se fija tanto en la coyuntura de hoy, sino más a largo plazo. Vemos un mercado de más de 400 millones de personas, una industria automotriz de entre 5,5 y 6 millones de unidades, un PBI per cápita que ha subido, en los últimos 15 años, de u$s 3.500 a u$s 9.000. Vemos una demografía muy joven, con mucha gente que va a acceder a su primer vehículo.
- ¿Y por qué, concretamente, la Argentina?
Aquí hay un potencial muy fuerte y miramos el largo plazo. Es un país agricultor, minero y petrolero. Las inversiones van a venir. Cuando decidimos la inversión el impuesto al lujo ni estaba, y cuando entremos a producción no sé si estará. Que Nissan Motor Corporation tenga un pié directamente en la Argentina por primera vez en su historia es una decisión estratégica. Anunciamos algo que vamos a producir en 2018 y por los próximos 20 o 30 años. Pasamos de ser importador a una terminal productora, esa ecuación nos permite empezar a jugar diferente dentro de la región.
- ¿La Argentina puede aspirar en convertirse en una especie de Tailandia?
Tailandia produce pick-ups para todo Asia. En la Argentina, se está creando un cluster de producción de pick ups que hace que se pueda llegar a convertir en algo así. Creemos que podemos fabricar pick-ups para toda la región de Sudamérica y hacerlo de manera competitiva. Eso genera las divisas para importar el resto de la gama, es un win-win.
// Martín Sacán