Educación, salud y seguridad ciudadana. Estas fueron las primeras tres materias que la presidenta Michelle Bachelet estableció como prioritarias al anunciar las conclusiones del cónclave con los dirigentes de los partidos oficialistas que conforman Nueva Mayoría, que se extendió hasta la medianoche del lunes.


Este criterio, según fuentes del oficialismo, se trabajó con anterioridad y tuvo un eje rector: las encuestas. En La Moneda quieren revertir la situación y dar fuerza a la agenda social que ha sufrido sendas críticas desde diversos sectores, además de un amplio rechazo social.


En salud, por ejemplo, el descontento está marcado por las listas de espera para cirugías, mientras que en seguridad pública el asunto ha estado marcado en el último mes por dos cacerolazos convocados a través de redes sociales por el aumento de delitos y de la sensación de inseguridad en la población. También se habló en el cónclave de avanzar en áreas como el transporte, aunque no hubo anuncios concretos.


En materias económicas, la presidenta explicó que había que simplificar más el área tributaria, pero que ello no significaría una menor recaudación fiscal. En lo laboral reforzó la idea de que la agenda que se tramita en el Congreso estará orientada a reforzar los derechos de los trabajadores, no descuidando el emprendimiento y la productividad.


Respecto a la educación, Bachelet anunció que en septiembre presentará el proyecto de ley de reforma a la educación superior y que en la Ley de Presupuesto del próximo año se incluirá gratuidad para el 50% de los estudiantes de educación superior más vulnerables de universidades del Cruch y se incluirán los de algunas universidades privadas que cumplan con ciertas condiciones. Incluir a más instituciones en la gratuidad en 2016 significará reducir el porcentaje de beneficiados, del 60% a 50% de los alumnos más pobres.