¿Cómo justifican las empresas no implementar las iniciativas más elementales para crecer? ¿Cómo es posible que planes rudimentarios, que todos ven como algo "obvio", aún no se lleven a cabo? Es alarmante cómo las prácticas empresariales más básicas y efectivas siguen siendo ignoradas. Estas omisiones no solo se limitan a lo que debería hacerse, sino también a lo que debería dejarse de hacer. Y mientras muchos continúan buscando el crecimiento en las estrategias más nuevas y sofisticadas, a menudo olvidamos que lo que tenemos justo frente a nosotros tiene un gran potencial. Esta mentalidad es común... y costosa.
Hoy en día, el discurso vacío de los líderes está por todas partes. Se caracteriza por palabras muy atractivas que carecen de acción, y existe en gran parte porque dichas con el tono adecuado, pueden resultar cautivadoras. Transmitir con pasión los objetivos futuros de una empresa puede llevar a que los oyentes perdonen la falta de una explicación sobre cómo se alcanzarán. Al fin y al cabo, las palabras inspiradoras, por vacías que sean, pueden apaciguar la necesidad de rendición de cuentas. Pero en una era de competencia incomprensible, donde cada recurso cuenta, el discurso vacío de los líderes está afectando más que nunca el crecimiento empresarial. Y los empleados son su audiencia más frecuente.
A menudo vemos a líderes empresariales declarar que "siempre buscarán y valorarán la opinión de todos" y llamar a su equipo "nuestro recurso más valioso". Sin embargo, en promedio, el 63% de los empleados está buscando nuevas oportunidades, lo cual me resulta desconcertante: ¿cómo puede ser que más de la mitad no se sienta así de valorada? Muchos de los que se van simplemente están cansados del discurso vacío que no se traduce en hechos... y eso ni siquiera es el verdadero costo. La realidad es que existe un abismo entre lo que los líderes dicen emotivamente a sus empleados y lo bienvenidos que estos se sienten a contribuir.
No me malinterpretes. Estoy seguro de que los líderes valoran a sus equipos y no desean engañarlos. Pero hay una desconexión enorme entre sus declaraciones alentadoras y lo que realmente hacen para que sus empleados se sientan con libertad para expresarse. Crear una estructura que dé la bienvenida a las ideas internas y las potencie es casi imposible sin una DIMS: Estrategia de Marketing Interno Profundo, (por sus cifras en inglés: Deep Internal Marketing Strategy).
Como líder, si quieres descubrir el verdadero potencial contributivo de todos los miembros de tu equipo, pregúntate: ¿cuándo fue la última vez que yo, o alguno de mis gerentes, creó una estructura interna y estratégica de marketing que amplificara la creatividad no aprovechada de nuestros equipos? Lo más probable es que no lo hayas hecho... y no estás solo. Sí, la arrogancia, la política interna y la naturaleza humana tienen su parte de culpa en la ausencia de una DIMS. Pero creo que la razón más importante es que nunca hemos pensado en hacer marketing para nuestra propia gente.
¿Qué pasaría si dejaras de ver a tus empleados como una fuerza laboral y empezaras a verlos como un verdadero mercado? Eso implicaría conquistarlos, hacerles propuestas, venderles continuamente. ¿Y qué mejor propuesta que el futuro de su empresa y la bienvenida a ideas para alcanzar los objetivos? Nuestra experiencia demuestra que hacerlo de manera estratégica genera ideas de crecimiento sorprendentemente inesperadas provenientes de mentes que se despiertan.
Hoy en día, es raro encontrar empleados que compartan una comprensión común sobre la dirección de la empresa, y es alarmante ver cuán diferentes pueden ser sus interpretaciones.
Cuando cada miembro de una organización, desde la recepcionista hasta el presidente del consejo, es informado metódicamente (como parte de una DIMS) sobre la visión creciente de la empresa, los nuevos desafíos, las propuestas de valor mejoradas, los objetivos cambiantes, la hoja de ruta a cinco años y los mensajes en evolución, las estadísticas toman el mando. Entonces, una fuerza laboral más informada valorará colectivamente hacia dónde se dirige la empresa y los desafíos que enfrenta. Es ahí cuando comienzan a surgir más ideas creativas. ¿Crees que esta iniciativa es algo "obvio"? ¡Piénsalo de nuevo! Según nuestras estimaciones, menos del 18% de las empresas tiene una DIMS que promueva esta iniciativa tan básica. El resto está implementando estrategias de crecimiento poco originales, sin creatividad, y esperando lo mejor.
En nuestros casi 25 años como consultores de marketing, las ideas más rentables que hemos visto han venido de empleados que se sintieron parte de una DIMS bien estructurada. Pero solo las ofrecieron porque esa DIMS les dio poder. Con ojos frescos (por haber estado desinformados durante tanto tiempo), la mayoría de los empleados empezará a ver las cosas bajo una nueva luz. Eso es invaluable. En el pasado, hemos visto que más del 75% de los empleados no contribuía porque sentía que "ese no era su lugar". Esto significa que tres cuartas partes del capital humano de una empresa no estaban siendo aprovechadas. Eso es indefendible.
Parece que hemos olvidado que nuestros recursos más poderosos siguen estando dentro de nuestras propias paredes. La simplicidad y la poca frecuencia de esta idea la hacen revolucionaria. Aunque pueda sonar como algo esencial que toda empresa debería hacer, la realidad es que su ausencia es generalizada. Hoy en día, la mayoría de los líderes aún cree que las respuestas al crecimiento se encuentran en alguna estrategia nueva y sofisticada... en lugar de mirar con inteligencia a quienes están en los cubículos, justo fuera de su oficina.