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En la vida cotidiana, compartir un ascensor con extraños puede ser un momento breve pero incómodo. Algunos optan por iniciar una conversación trivial, mientras que otros prefieren sumirse en un silencio casi sepulcral. Este comportamiento dice mucho sobre nuestra forma de relacionarnos con el mundo, según la psicología.

La psicología moderna ha encontrado que la elección entre hablar o callar en el ascensor no es tan trivial como podría parecer. Según expertos, quienes eligen el silencio suelen priorizar la introspección y la comodidad emocional frente a la interacción social innecesaria o forzada.

Entender por qué preferimos guardar silencio antes que hablar con desconocidos nos ayuda a reflexionar sobre nuestras propias dinámicas sociales. Más allá de la anécdota, este gesto cotidiano puede ser una ventana a nuestro mundo interior y a las razones que nos llevan a elegir la tranquilidad sobre el bullicio en esos escasos metros cuadrados.

Qué significa que prefieras el silencio antes que hablar con otras personas en el ascensor, según la psicología

La psicóloga Olga Albaladejo explica que si bien no podemos diagnosticar a alguien por cómo se comporta en el ascensor, sí que podemos observar patrones que revelan niveles de incomodidad, rasgos sociales o formas de regular la ansiedad. Ella los divide de la siguiente manera:

¿En qué lugar te colocas dentro del ascensor?

  • Situarse cerca de la puerta sugiere necesidad de control o el deseo de salir rápidamente. Esta elección suele asociarse con personas prácticas, algo impacientes o con baja tolerancia a la sensación de encierro.
  • Situarse al fondo del ascensor podría indicar un perfil más reservado. Esto suele vincularse con introversión, incomodidad social o la preferencia por observar sin ser observados.
El ascensor es un mini espacio social que incomoda a muchas personas, según la psicología. Foto: Archivo Cronista Mexico.

La psicóloga añade que la postura dice mucho, incluso en silencio. Quien ocupa más espacio demuestra seguridad, dominancia o una baja conciencia social, a veces las tres cosas. Por su parte, quienes se encogen son "personas más reservadas.

¿Cuál es tu respuesta ante lo inesperado?

Los ascensores son espacios simples, pero fuera de nuestro control: no elegimos quién entra ni qué hace mientras compartimos ese espacio reducido. Por eso, la forma en que te comportas en este entorno social breve, ambiguo y forzado puede revelar mucho sobre tu personalidad.

Albaladejo señala que en estas situaciones puedes mostrar distintos "estilos de afrontamiento social". Por ejemplo, si miras el móvil, guardas silencio, evitas el contacto visual o no respondes cuando te hablan, queda claro que "prefieres desaparecer del radar".

En este sentido, es importante aclarar que el silencio no siempre implica mala educación; puede reflejar "una tendencia a evitar o retraerse". No responder puede deberse a distracción, incomodidad social o a una táctica de autoprotección, aunque en algunos casos indica poca conciencia hacia los demás.

Quien ocupa más espacio demuestra seguridad, dominancia o una baja conciencia social. (Foto: Freepik)

¿Te pones nervioso o permaneces tranquilo dentro del ascensor?

Cómo te sientes dentro del ascensor puede decir mucho sobre ti:

  • Quienes se mantienen tranquilos y calmados evidencian una buena "adaptabilidad emocional". Para estas personas, el ascensor no es un espacio amenazante, sino un tramo más en el transcurso del día.
  • Carraspear, toser o mirar el reloj son conductas que permiten liberar estrés sin necesidad de interactuar, mostrando que puede existir una leve "activación fisiológica o ansiedad ligera".