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El colágeno es la proteína esencial que mantiene la estructura, firmeza y elasticidad de nuestra piel. Su producción natural comienza a decaer a partir de los 25-30 años, marcando el inicio del envejecimiento cutáneo.

Sin embargo, el dermatólogo Emiliano Grillo advierte que existen cinco hábitos comunes que aceleran drásticamente esta degradación, un proceso que la mayoría de las personas ignora.

Según el especialista, cuidar del colágeno es vital, ya que su disminución provoca la temida flacidez y la pérdida de resistencia en la piel.

Cuáles son los cinco enemigos silenciosos contra el colágeno

El primer hábito destructivo es la falta de sueño o el descanso de mala calidad. El cuerpo utiliza las horas de sueño para la reparación y la regeneración celular, incluyendo la crítica producción de colágeno.

Entre los 25 y 30 años comienza la pérdida natural del colágeno y aparecen los primeros signos de envejecimiento de la pielFreepik

En segundo lugar, se encuentra la exposición excesiva al sol sin protección adecuada. Los rayos ultravioleta generan una oxidación intensa y radicales libres que literalmente destruyen el colágeno y la elastina.

Un factor sorprendente es el entrenamiento de fuerza en exceso. Si bien el ejercicio moderado es vital para la firmeza de la piel, su abuso puede desgastar y debilitar las fibras de colágeno.

El consumo excesivo de azúcar es catalogado por el Dr. Grillo como el “enemigo silencioso” del colágeno, debido al proceso de glicación. Este hábito reduce la elasticidad y resistencia de la piel de manera considerable.

Finalmente, el estrés crónico se posiciona como un gran destructor. El estilo de vida agitado provoca una inflamación crónica en el cuerpo, lo que acelera la degradación tanto del colágeno como de la elastina, acelerando los signos de la edad.

Cómo proteger a la piel de la pérdida de colágeno

Evitar estos cinco factores perjudiciales es clave para preservar la apariencia juvenil de la piel y asegurar que las estructuras del organismo se mantengan unidas y fuertes.