

El peso mexicano inició 2025 con un nuevo rally y acumula una apreciación de 12.54% frente al dólar, según datos de Bloomberg. La moneda ha mostrado resiliencia incluso ante la volatilidad política derivada del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, la fortaleza del tipo de cambio está redistribuyendo ganadores y perdedores dentro del mercado bursátil y la economía mexicana.
“Es una buena noticia para algunos sectores”, señala César Cote, risk management associate en Deaglo. Aun así, para otros segmentos del mercado la apreciación del peso implica una presión directa sobre ingresos y márgenes.
Perdedores: exportadoras, agroindustria y firmas dolarizadas
Aunque el escenario cambiario luce sólido —sin expectativas de volver a niveles cercanos a 20 pesos por dólar en el mediano plazo—, varios sectores enfrentan impactos negativos por el peso fuerte.
Cote detalla que manufactura exportadora, agricultura, autopartes, minería y alimentos están entre los más afectados. Empresas como Bachoco o Gruma, que venden una parte significativa de su producción al extranjero, reciben dólares por sus ventas; sin embargo, al convertirlos enfrentan menores ingresos en pesos.
Este efecto se replica en la Bolsa mexicana: cerca del 50% de las empresas del S&P/BMV IPC son exportadoras, por lo que un tipo de cambio más apreciado tiende a presionar sus resultados y expectativas bursátiles.
Otro caso relevante es Pemex, cuyos ingresos petroleros están denominados en dólares. “Si el peso se fortalece, Pemex recibe menos pesos por cada dólar de venta”, advierte el analista.
La apreciación también afecta a los inversionistas: un fondo que entró al país con dólares cuando el tipo de cambio rondaba los 20 pesos por unidad recibiría hoy menos pesos al desinvertir.
Las familias que dependen de remesas también han resentido el efecto combinado de un peso más apreciado y la caída en los envíos desde Estados Unidos, marcada por la política migratoria más estricta del gobierno de Trump. Durante 2025 se acumularon siete meses consecutivos de caídas en el flujo de remesas, comparados con el año pasado, según cifras del Banco de México.
Ganadores: tecnológicas, consumo y empresas que importan
Del otro lado, la fortaleza del peso beneficia a empresas con costos dolarizados o que dependen de importaciones.
El sector tecnológico y las compañías de consumo figuran entre los principales ganadores, ya que importar insumos o productos finales implica hoy un menor gasto en pesos.
En contraste, las Fibras y aerolíneas enfrentan un efecto mixto: aunque sus costos operativos suelen estar dolarizados, muchas rentas y tarifas denominadas en dólares se traducen a menos pesos en sus resultados.
Buena parte de la apreciación del peso proviene de la debilidad global del billete verde, el índice DXY -que mide el desempeño del peso frente a seis monedas desarrolladas- acumula una caída de 8.6% en lo que va del año, de acuerdo con Bloomberg.
Ante este panorama, Cote recomienda a empresas e inversionistas implementar estrategias de cobertura cambiaria para mitigar los efectos adversos de un peso más apreciado.
















