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Según las escrituras,San Ambrosio de Milán fue un influyente arzobispo y teólogo, conocido por haber defendido la supremacía de la Iglesia sobre el Estado y por convertir a san Agustín.
¿Quién fue San Ambrosio de Milán?
San Ambrosio de Milán, nacido en Tréveris alrededor del año 340, fue un influyente arzobispo y teólogo que dejó una huella indeleble en la historia de la Iglesia Católica. Hijo de un prefecto romano, Ambrosio se formó en letras y jurisprudencia en Roma y rápidamente ascendió en la carrera política, convirtiéndose en prefecto de las provincias de Emilia y Liguria. Su vida dio un giro inesperado cuando, tras la muerte del obispo de Milán, fue aclamado por el pueblo y el clero como su sucesor, a pesar de no estar bautizado en ese momento. Finalmente, fue consagrado obispo en 374, comenzando así un pontificado que duraría hasta su muerte en 397.
Ambrosio se destacó no solo por su liderazgo espiritual, sino también por su compromiso con la justicia social y la caridad. Durante su tiempo como obispo, distribuyó su riqueza entre los pobres y fundó hospitales y albergues para los necesitados. Su vida austera y su dedicación a la comunidad reflejaron su profunda fe y su deseo de servir a los más vulnerables. Además, fue un defensor de la primacía de la Iglesia sobre el Estado, enfrentándose a emperadores y defendiendo la fe cristiana en un contexto de creciente tensión entre paganos y cristianos.
Como escritor y teólogo, Ambrosio dejó un legado literario significativo, incluyendo comentarios sobre el Evangelio de San Lucas y tratados sobre los sacramentos. Su influencia se extendió más allá de su tiempo, ya que fue mentor de figuras clave como San Agustín, a quien convirtió y bautizó. Su fiesta se celebra el 7 de diciembre, recordando su contribución a la Iglesia y su papel en la historia del cristianismo. San Ambrosio es reconocido como uno de los 33 doctores de la Iglesia y su vida y obra continúan inspirando a generaciones de creyentes.
Todos los santos que se celebran el sábado, 7 de diciembre de 2024
El 7 de diciembre de 2024, la comunidad católica celebrará la festividad de varios santos, destacando la figura de San Agatón, un papa venerado por su dedicación a la paz y la unidad en la Iglesia. Su legado perdura en la historia como un ejemplo de liderazgo espiritual y compromiso con la fe. Los fieles recordarán su vida y enseñanzas en diversas ceremonias y misas a lo largo del día.
Además, se conmemoran a otros santos como San Antenodoro, San Eutiquiano, quien fue papa y mártir y Santa Fara, cuyas vidas han inspirado a generaciones de creyentes. San Juan el Silencioso, conocido por su vida de oración y contemplación, también será recordado, junto a Santa María Josefa Rossello, fundadora de una congregación dedicada a la educación y el servicio a los más necesitados.
La celebración incluirá a San Martín abad, San Sabino, San Teodoro mártir y San Urbano, obispo, quienes han dejado una huella significativa en la historia de la Iglesia. Las comunidades católicas se unirán en oración y reflexión, honrando la memoria de estos santos y su contribución a la fe cristiana. Las festividades se llevarán a cabo en parroquias y templos, donde los fieles podrán participar en actos litúrgicos y actividades de devoción.