Aunque el calendario marca el 21 de diciembre como el inicio oficial del invierno, el frío extremo ya se ha instalado con rigor en varias extensiones del territorio nacional, marcando un cierre de 2025 y un posible comienzo de 2026 excepcionalmente helado.
Esta ola de frío anticipada no es una casualidad meteorológica, sino el resultado de una potente conjunción climática protagonizada por el Frente Frío 13, la irrupción de una masa de aire ártico y la consolidación del fenómeno de La Niña. Este triple impacto ha generado un escenario de temperaturas muy por debajo del promedio que capta la atención de meteorólogos y la población.
Qué es el fenómeno de La Niña
Un actor clave en el actual panorama climático es el fenómeno de La Niña, cuya presencia activa en el Pacífico ecuatorial fue recientemente confirmada por el Centro de Predicciones Climáticas de Estados Unidos. Este evento oceánico implica un enfriamiento de las aguas superficiales, lo que a su vez altera significativamente los patrones de viento y temperatura a nivel global.
Para México, esta modificación se traduce en una intensificación de las condiciones invernales, impactando directamente en la frecuencia e intensidad de los sistemas frontales que atraviesan el país.
Cuáles serán las regiones más frías
Según las proyecciones de los expertos en clima, las heladas y descensos térmicos más drásticos se concentrarán en las regiones Norte y Centro de la nación:
- Chihuahua
- Durango
- Nuevo León
- Zacatecas
- San Luis Potosí
De igual manera, las zonas serranas y altas de la CDMX, Edomex, Puebla e Hidalgo experimentarán condiciones extremas. Se advierte que en estos puntos, los termómetros podrían desplomarse hasta alcanzar o superar la marca de -10°C o menos en las próximas semanas generando riesgos por frío para la población y la infraestructura.
Cuáles serán las temperaturas del final de año
A pesar de las condiciones actuales, el sitio especializado Meteored sugiere que la temporada invernal 2025-2026 será “típica”, caracterizada por el frío intermitente, la alternancia con días soleados y la presencia de lluvias dispersas.
Si bien se esperan anomalías térmicas leves (entre 0.9 °C y -0.5 °C) indicando una intensidad débil en general, existe una alta probabilidad de que ocurran días de frío extremo localizados. Además de las bajas temperaturas, durante noviembre y diciembre verán una constante llegada de frentes fríos, especialmente en el Noroeste, el Istmo de Tehuantepec y la Vertiente del Golfo de México, donde las masas polares también provocarán lluvias frecuentes y mayor humedad.