Un reciente descubrimiento en el continente europeo ha puesto sobre la mesa una enorme reserva detorio, un metal radiactivo que se encuentra en la naturaleza y hasta ahora había sido subestimado como combustible nuclear, que podría alimentar a todo el planeta durante millones de años.
Este descubrimiento pone a la energía basada en este material nuevamente en el foco de los debates energéticos naturales, y abre la puerta hacia cientos de innovaciones al respecto.
Europa escondía una mina de oro: se encontró un enorme resevorio de torio en este país
El descubrimiento tuvo lugar en la región de Peräpohja, al norte de Finlandia, donde expertos geológicos identificaron una de las mayores reservas de torio conocidas hasta la fecha.
Los primeros análisis realizados al respecto han revelado que este yacimiento podría abastecer de energía al mundo durante millones de años, posicionando a Europa como un actor clave en la futura cadena de suministro de este elemento.
Dicho hallazgo no solo ofrece independencia energética para varios países del viejo continente, sino que también representa una oportunidad de reducir la dependencia del uranio y del gas importado, factores especialmente sensibles tras los conflictos geopolíticos recientes.
Barreras tecnológicas y las complicaciones para su adopción en la vida diaria
Pese a esto, el uso del torio como fuente principal de energía enfrenta importantes obstáculos. La tecnología necesaria para su aprovechamiento, como los reactores de sales fundidas, aún está en etapa de desarrollo o prueba piloto.
A diferencia del uranio, que cuenta con décadas de infraestructura consolidada, este metal necesita inversiones significativas en investigación, diseño y pruebas de seguridad.
Países como India y China ya han comenzado a experimentar con esta tecnología, pero Europa deberá acelerar su desarrollo si quiere aprovechar el potencial de este nuevo recurso estratégico.
Las ventajas del torio frente al uranio
El motivo por el cual el torio resulta tan valioso se debe a que es tres veces más abundante que el uranio en la corteza terrestre y su proceso de fisión genera menos residuos radiactivos, lo cual lo hace más seguro desde el punto de vista ambiental y sanitario.
Además, al ser procesado en los reactores, el torio genera uranio-233, un tipo de material útil para producir energía, pero mucho menos riesgoso en cuanto a su posible uso en armas. Esto ayuda a disminuir las chances de que se use con fines militares.