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Dormir bien no solo es vital para el cuerpo, sino que, según los especialistas, es una práctica clave para mantener la salud y reducir el desgaste mental.

De acuerdo a una investigación realizada por Harvard, los malos hábitos de descanso deterioran el funcionamiento cognitivo y aumenta las probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

A continuación, te contamos en detalle cómo el mal descanso puede relacionarse con un mayor riesgo de padecer la enfermedad.

Cómo puede afectar a la salud el dormir mal

Bajo este contexto, se han establecido pautas para mantener una buena higiene del sueño, que implica adoptar hábitos saludables alrededor del descanso. Entre las más recomendadas destacan los 10 mandamientos de la World Sleep Society:

  1. Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
  2. Si tienes la costumbre de tomar siestas, no exceder los 45 minutos de sueño diurno.
  3. Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse, y no fumar.
  4. Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse. Esto incluye café, té y muchos refrescos, así como chocolate.
  5. Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse. Un refrigerio ligero antes de acostarse es aceptable.
  6. Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
  7. Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
  8. Encontrar una configuración de temperatura de sueño cómoda y mantener la habitación bien ventilada.
  9. Bloquear todo el ruido que distrae y elimine la mayor cantidad de luz posible.
  10. Reservar la cama para dormir, evitando su uso para el trabajo o la recreación general.

Dormir adecuadamente tiene un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Según diferentes expertos, varios de ellos son:

  • Reduce la incidencia de enfermedades y el riesgo de problemas de salud graves.
  • Contribuye a disminuir el estrés, mejora nuestro estado de ánimo y nos permite pensar con mayor claridad.
  • Mejor rendimiento.
  • Evita lesiones.

Dormir mal puede tener graves consecuencias en el cerebro

La Universidad de Harvard realizó un estudio con más de 2.800 personas mayores de 65 años, dentro del Estudio Nacional de Tendencias de Salud y Envejecimiento, para analizar cómo la falta de descanso afecta la salud cerebral.

Los resultados mostraron que quienes dormían menos de cinco horas por noche tenían el doble de probabilidades de desarrollar Alzheimer y de fallecer, en comparación con quienes dormían entre seis y ocho horas.

De manera complementaria, un estudio europeo con casi 8.000 participantes encontró que dormir seis horas o menos a los 50, 60 y 70 años aumentaba en un 30% el riesgo de demencia, frente a quienes mantenían un sueño de siete horas.

La falta de sueño podría aumentar el riesgo de demencia al impedir que el cerebro elimine la proteína beta amiloide, cuya acumulación dificulta la comunicación entre neuronas y contribuye a la aparición de la enfermedad.