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Si bien abrazar a tu perro puede resultarte una forma común de mostrarle cariño, este gesto puede no ser bien recibido por tu mascota. Según expertos en comportamiento canino, los perros no interpretan los abrazos como una muestra de afecto, sino como una invasión de su espacio personal.

Los especialistas coinciden en que los perros no se abrazan entre ellos ni reconocen ese gesto como parte de su conducta social natural, por lo que abrazarlos puede generarles estrés y ansiedad.

Por eso, recomiendan buscar formas de afecto que respeten la naturaleza del animal, como las caricias suaves, los juegos compartidos o las recompensas con golosinas.

Por qué los abrazos estresan a los perros

Cuando un perro es abrazado, puede sentirse atrapado o inmovilizado, lo que genera una sensación de vulnerabilidad.

Esta incomodidad puede manifestarse en signos físicos como evitar el contacto visual, lamerse los labios, mover la cabeza para evitar el contacto visual, levantar una de sus patas, bajar sus orejas hacia los lados de su cabeza, bostezar e incluso lamer tu rostro.

Además, los perros que son abrazados frecuentemente pueden mostrar niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés. Aunque algunos perros toleran los abrazos, esto no significa que les guste o que no les cause incomodidad.

Señales de que tu perro no disfruta del abrazo

Es importante observar el lenguaje corporal de tu perro para identificar si está disfrutando del abrazo o si se siente incómodo. Si tu perro muestra signos de estrés como jadeo excesivo, rigidez corporal o intenta alejarse, es una señal clara de que el abrazo no es bien recibido.

Cada perro es único, y lo que puede ser placentero para uno puede no serlo para otro. Por eso, es fundamental conocer a tu mascota y respetar sus límites para mantener una relación saludable y armoniosa.

Alternativas para mostrar afecto sin invadir su espacio

En lugar de abrazar a tu perro, existen otras formas de demostrarle cariño que son más naturales para ellos. Las caricias suaves en áreas como el cuello, detrás de las orejas o en el pecho son generalmente bien recibidas por los perros.

También puedes jugar con tu perro, ofrecerle golosinas como recompensa o simplemente pasar tiempo de calidad juntos. Estas actividades no solo fortalecen el vínculo entre tú y tu mascota, sino que también respetan su bienestar emocional.