

América latina ingresa en una etapa de desaceleración económica. Dilma, Evo y Santos van por la reelección. Uruguay elegirá el sucesor de Mujica. Chile gira a la izquierda y asume Bachelet. El acuerdo de paz con las FARC podría hacerse por fin realidad. Maduro promete más radicalización. Cuba, más apertura. ¿Podrá el Mercosur salir de su parálisis crónica? Y, por supuesto, el Mundial en Brasil a mitad de año que concitará toda la atención en una región naturalmente futbolera.
Este año será para América latina un año movido, tanto desde lo económico como desde la cargada agenda electoral.
Luego de una década de bonanza en medio de la desaceleración global, la región latinoamericana entrará de lleno en un ciclo de bajo crecimiento, algo que ya empezó a experimentar en 2013. En su conjunto la región crecerá 2,6% en el año que acaba de terminar y 3,2% en 2014, de acuerdo a las últimas previsiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Aunque ya en el último semestre hubo indicios de mejora, el todavía moderado crecimiento de Estados Unidos y la crisis financiera que aún acecha a Europa influyen en la caída de las exportaciones. Según la Cepal, el modelo latinoamericano, asentado en las exportaciones de materias primas y el consumo interno, está llegando a su límite porque la estructura productiva no se ha modificado y persiste la baja productividad.
A eso se suma este año la preocupación por el fin del programa de estímulo económico de la Fed, que podría provocar inestabilidad financiera.
Aunque las estimaciones varían según los países, queda claro que terminó la era de las tasas chinas en la región. Mientras Venezuela tendrá el peor desempeño, con una expansión de apenas 1%,el eje Pacífico goza de las mejores proyecciones, con tasas iguales o superiores a 4% (Chile 4%, Colombia y Ecuador 4,5% y Perú 5,5%). Si bien México no llega a ese nivel, se estima que pasará de crecer 1,3% en 2013 a 3,5% este año, fundamentalmente por la puesta en marcha de la histórica reforma energética privatizadora.
Para Argentina el escenario no es nada benévolo. Si bien la Cepal prevé una expansión de 3,6% este año, lo que está en línea con el promedio regional de entre 3% y 4%, la tasa representa una fuerte desaceleración respecto al 4,5% estimado en 2013. Similar escenario se espera para Uruguay, propenso a replicar los ciclos argentinos.
Y en esto influye significativamente la desaceleración de Brasil, claramente por debajo del promedio. La primera economía de la región creció sólo un 2,4% en 2013 y se espera que llegue al 2,6% en 2014. Esto, es un año agitado para el país, con el Mundial de Fútbol durante junio, algo que podría estimular la economía, y la presidenta Dilma Rousseff buscando la reelección en octubre. En el medio, habrá que ver qué hace el gobierno para evitar que no se repitan las masivas manifestaciones callejeras del año pasado.
El bloque del Mercosur tendrá la posibilidad este año de poner a prueba su verdadera voluntad de salir de la parálisis en las negociaciones por un TLC con la Unión Europea
Durante 2013 Cuba dio incipientes pasos hacia la apertura de la economía. El saludo entre Raúl Castro y Barack Obama a fin de año, durante el funeral de Mandela, alimentó especulaciones de un acercamiento.












