Las lluvias que azotan desde hace cinco días la región montañosa de Río de Janeiro ya dejaron 626 muertos y cientos de personas afectadas.

Según Defensa Civil de Brasil, se esperan para las próximas horas más tormentas y posibles brotes de enfermedades, que complicarían aún más las operaciones de rescate.

Por las fuertes lluvias, inundaciones y desprendimientos, el personal que lleva adelante el rescate de las víctimas no descarta un aumento en el número de muertos, en uno de los peores desastres naturales vistos en Brasil.

Pese a que el Gobierno dispuso 586 efectivos militares para operaciones de rescates, y un plan distribución de víveres y medicamentos, las víctimas denuncian la falta de ayuda gubernamental, según informó hoy el diario O’ Globo, lo que dejó al descubierto importantes fallas en la planificación para emergencias y prevención de desastres.