El presidente Jair Bolsonaro dijo hoy que es necesario enfrentar la pandemia del coronavirus con coraje y que Brasil debe dejar de ser "un país de maricones", en una referencia peyorativa al miedo por el Covid-19, que ya infectó a 5,67 millones de personas y mató a otras 162.000.
"Ahora todo es la pandemia. Lo siento por los muertos, lo siento. Todos vamos a morir un día, aquí todos moriremos algún día (...) De nada sirve huir de esto, de la realidad. Tenemos que dejar de ser un país de maricones", dijo el mandatario en una ceremonia en el Palacio del Planalto.
En el evento de relanzamiento del turismo, Bolsonaro sostuvo que la pandemia ha sido "sobredimensionada" y criticó a quienes comenzaron a asustar a la gente con la posibilidad de una segunda ola de la enfermedad.
Más temprano, el presidente brasileño había celebrado la decisión de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de suspender las pruebas de la vacuna china Sinovac en Brasil, uno de los tres estudios de gran escala de la vacuna a nivel global. “Una más que gana Jair Bolsonaro , publicó en su cuenta de Facebook, aumentando las tensiones entre el gigante sudamericano y China.
Anvisa informó en la noche del lunes que suspendió las pruebas de Sinovac por un efecto adverso ocurrido el 29 de octubre. El gobierno de San Pablo, donde se llevan a cabo las pruebas, confirmó que la muerte del voluntario se había registrado como suicidio y que se estaba investigando más a fondo. En este sentido, Dimas Covas, director del Instituto Butantan de Sao Paulo, destacó que la vacuna de Sinovac no había arrojado efectos adversos graves en los ensayos de etapas finales.
Hoy, Anvisa dijo que mantendría la suspensión y no dio ninguna indicación de cuánto podría durar, agregando que requería más información sobre el incidente. Descartó cualquier indicio de que la medida tuviera motivaciones políticas, diciendo que la decisión era puramente técnica.
Bolsonaro, que se ha mostrado escéptico respecto a China y es un aliado ideológico de Donald Trump, ya había expresado que la vacuna de Sinovac carecía de credibilidad.