De acuerdo a la consultora Quantum, el peso argentino se valorizó 14% cuando se lo compara con el dólar estadounidense. Sin embargo, hay cosas que no cambian: la diferencia a favor de Chile en todo lo que es precios de tecnología.

Una Smart TV Samsung 43" 4K Ultra HD cuesta $ 26.000 en estos días en el retail Garbarino. Es decir, unos US$ 570 al cambio actual de $ 45,70. En Chile, el mismo TV está 220.000 pesos chilenos en Tiendas Paris. Unos US$ 310. Sin embargo, está más barato que en Uruguay: en la Tienda Inglesa cuesta US$ 800. En Brasil está a R$ 2.200 o US$ 550. Lo mejor es comprar en Chile, como suele ocurrir.

Un smartphone Samsung Galaxy S9 acá cuesta $ 50.000. Casi US$ 1.095. En Chile, liberado cuesta 380.000 pesos chilenos o US$ 540. En Uruguay (Zona Tecno), US$ 870. Y en Brasil está unos R$ 400.000, o US$ 1.000. O sea: la diferencia fuerte es con Chile.

Una laptop Lenovo con procesador Intel i5 (rigido de 1 tera) acá en la Argentina cuesta $ 40.000 o US$ 875. En Chile, 500.000 pesos chilenos o US$ 705; en Brasil, R$ 2.270 o US$ 570 y en Uruguay, US$ 730. Por supuesto, los modelos no son exactamente iguales (aunque sí similares) así que hay que comparar bien antes de decidir. En este caso, la diferencia mayor es con Brasil, mientras que con Chile y Uruguay la diferencia está apenas arriba de los US$ 100.

En el caso de una cámara Nikon B500 en la Argentina cuesta $ 17.000 o US$ 372; en Chile son 120 pesos chileno a US$ 170; en Brasil, R$ 1.300 o US$ 325 y en Uruguay, US$ 360. Nuevamente la Argentina sale perdiendo con Chile mientras que con el resto está más o menos igual.

Finalmente, en las consolas de videojuegos, una PlayStation 4 Slim de 1 tera con tres juegos (en Fravega) en el país está $ 28.000 o US$ 612. Chile: 270.000 pesos chilenos o US$ 382; Brasil: R$ 2.350 o US$ 588; Uruguay: US$ 760. La diferencia real es con Chile.

La conclusión es que la revalorización de la moneda argentina no modificó de manera fundamental la habitual diferencia de precios entre la Argentina y Chile a la hora de comprar tecnología. Con los otros dos países limítrofes mencionados -Brasil y Uruguay-, la diferencia es marginal así que no vale la pena el esfuerzo.

Hay que considerar que, en aquellos productos que superan los US$ 500, que hay que pagar una franquicia del 50% del precio de compra para ingresarlos al país (excepto en el caso de las computadoras).