A través de la psicología se pueden conocer muchos rasgos que hacen a la personalidad y recientemente un estudio analizó por qué es muy común que un importante número de personas mueva las manos de manera constante al hablar.
Diferentes especialistas en psicología analizaron este tipo de comportamientos en el habla natural y explicaron, entre otras cosas, que mover las manos al hablar es un mecanismo automático para reforzar un mensaje, hacerlo más claro y tomar una postura más expresiva.
Cuál es la razón de mover las manos al hablar, según la psicología
Un grupo de investigadores del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del Cerebro Humano realizó un estudio en el que estudiaron las razones de por qué algunas personas son más propensas a mover las manos durante una conversación.
En este aspecto, los científicos que encabezaron el proyecto estudiaron los comportamientos humanos desde el nacimiento y detallaron que la gestualidad es uno de los aspectos principales de la comunicación entre las personas.
Asimismo, encontraron que la movilidad de las manos es un método sumamente expresivo que ayuda a reflejar emociones y sentimientos al hablar sobre una idea, concepto o discusión. Esto, además, se hace mucho más presente cuando el tema de la charla es de suma importancia.
La razón por la que gesticulamos al hablar, según la psicología
En línea con la explicación mencionada anteriormente, la especialista Gillian Forester, psicóloga evolutiva y del desarrollo de la escuela Birbeck, de la Universidad de Londres, realizó un estudio sobre la comunicación entre las personas y detalló a qué se le puede atribuir el movimiento de las manos al hablar.
Durante una entrevista que brindó en la BBC, la psicóloga especializada en relaciones humanas, explicó el origen de la gestualidad: "En primer lugar, pensemos en nuestro yo evolutivamente más viejo, que se remonta a unos 500 millones de años, a la aparición de los vertebrados", manifestó.
Durante su exposición, la especialista sumó: "Cuando las manos tomaban la comida, la boca estaba preparada para recibirla. Así que, si agarrabas algo grande, tu boca sabía que tenía que abrirse de par en par, y si era pequeño, no tanto" aseguró.
Asimismo, expresó: "Ese vínculo entre la mano y la boca para la alimentación siguió presente en la comunicación. De hecho, las partes del cerebro que controlan las manos y la boca están altamente superpuestas", concluyó Gillian Forester sobre el hecho de gestualizar al entablar una charla.