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La entrada de la casa suele ser la zona más transitada y, al mismo tiempo, la más olvidada en limpieza y armonización. Este espacio acumula polvo, humedad y olores sin que lo notemos, lo que afecta la sensación de orden y bienestar.
Expertos en organización y Feng Shui recomiendan un truco simple y económico para mejorar el ambiente: poner menta fresca cerca de la puerta.
¿Por qué la menta es clave para la entrada?
La menta no solo aporta aroma agradable. Sus hojas liberan compuestos naturales como mentol y eucaliptol, que neutralizan olores y generan frescura.
Además, estudios publicados en Journal of Essential Oil Research confirman que sus aceites esenciales tienen propiedades antimicrobianas y antifúngicas, lo que ayuda a reducir bacterias y hongos en espacios cerrados.
Desde el Feng Shui, la menta se considera una planta que limpia energías estancadas y atrae vitalidad. Colocarla en la entrada actúa como un “filtro energético” que bloquea vibraciones negativas y favorece la circulación de buena energía hacia el interior.
Beneficios de usar menta en la entrada
- Purifica el aire y aporta frescura.
- Actúa como repelente natural contra insectos.
- Reduce bacterias y hongos en zonas húmedas.
- Mejora la energía del hogar según el Feng Shui.
- Decora con un toque verde que transmite orden y vida.
¿Cómo colocar la menta para potenciar su efecto?
Los especialistas aconsejan usar menta fresca para mayor aroma, aunque la seca dura más tiempo. Algunas ideas para ubicarla:
- En un vaso o florero pequeño cerca de la puerta.
- En un cuenco decorativo sobre el mueble de entrada.
- Atada en un ramillete detrás de la puerta para reforzar el efecto energético.
- En entradas amplias, colocar un ramo a cada lado.
Paso a paso para aplicar el truco
- Elige menta fresca o seca.
- Forma un ramito o usa entre 5 y 10 hojas.
- Colócala en un recipiente limpio y estético.
- Ubícala cerca de la puerta o sobre el mueble de entrada.
- Cambia las hojas cuando pierdan aroma o se oscurezcan.
Para potenciar la armonización, se puede acompañar con un sahumerio o una piedra protectora.
Cada cuánto se debe renovar la menta
En ambientes húmedos, la menta fresca dura entre 5 y 7 días. En lugares secos, hasta dos semanas. Si es seca, puede mantenerse entre 10 y 15 días. Renovarla con frecuencia asegura aroma perceptible y efecto purificador constante.