En Argentina, el Certificado Único de Discapacidad (CUD) es una herramienta clave que reconoce oficialmente diversas condiciones de salud como discapacidades, permitiendo a las personas acceder a derechos y beneficios esenciales.
Comprender qué enfermedades y condiciones contempla el CUD es crucial para promover la inclusión y garantizar que quienes lo necesitan puedan superar barreras y mejorar su calidad de vida.
¿Qué es el Certificado Único de Discapacidad (CUD)?
El CUD es un documento público y gratuito que certifica la discapacidad de una persona. Es otorgado por una Junta Evaluadora Interdisciplinaria que considera no solo el diagnóstico médico, sino también cómo esa condición impacta en la vida diaria del individuo y en su interacción con el entorno.
Cabe señalar que no se trata de una lista cerrada de "enfermedades", sino de una evaluación integral que valora la funcionalidad y las barreras que enfrenta la persona.
CUD: una por una, las enfermedades reconocidas como discapacidades
El Certificado Único de Discapacidad (CUD) reconoce diversas enfermedades y condiciones como discapacidades que afectan la vida diaria de las personas.
Es fundamental entender que, para el CUD, el diagnóstico de una enfermedad por sí solo no es suficiente. Lo crucial es el impacto funcional que esa enfermedad o condición tiene en la vida de la persona: cómo limita su autonomía para realizar actividades de la vida diaria, su capacidad para trabajar o estudiar, su participación en actividades sociales, y las barreras que enfrenta en su entorno.
Estas discapacidades abarcan diferentes áreas, como la física y motora, sensorial (visual y auditiva), intelectual y del desarrollo, así como enfermedades crónicas y degenerativas.
Discapacidades físicas y motoras
La discapacidad física y motora incluye limitaciones en la capacidad de movimiento o en la funcionalidad de los miembros del cuerpo. Este espectro incluye:
- Parálisis
- Debilidad muscular
- Amputaciones
- Enfermedades neuromusculares
- Condiciones que afectan la movilidad, como la parálisis cerebral
Cada una de estas condiciones presenta desafíos únicos para quienes las poseen y por eso son consideradas incapacitantes ya que impactan directamente en la movilidad de la persona.
También son consideradas las situaciones en las que la persona requiere de soporte vital permanente, es decir, pacientes dependen de tecnología médica para vivir, como respiradores o asistencia cardíaca mecánica crónica.
Discapacidades neurológicas
Estas condiciones se originan en el sistema nervioso y pueden impactar funciones esenciales como el movimiento, la cognición, la sensibilidad o el control de convulsiones. Se consideran:
- Enfermedades neurológicas crónicas y severas: Esto puede incluir el Parkinson avanzado, neuropatías severas, secuelas de traumatismos craneoencefálicos con limitaciones funcionales significativas, o patologías neurológicas degenerativas que afectan la autonomía.
- Epilepsia refractaria: Casos de epilepsia con crisis muy frecuentes, severas y que no responden adecuadamente al tratamiento, limitando gravemente la autonomía y la participación social.
- Enfermedad de Alzheimer y otras demencias: Enfermedades neurodegenerativas progresivas que causan un deterioro cognitivo severo (memoria, razonamiento, juicio), afectando drásticamente la autonomía personal y la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria.
Discapacidades sensoriales (visuales y auditivas)
La discapacidad sensorial implica limitaciones en la capacidad de percibir el entorno a través de los sentidos de la vista y el oído. Este tipo de discapacidad abarca:
- Ceguera: Ausencia total de visión.
- Baja visión: Visión parcial, permitiendo la percepción de objetos grandes o cercanos.
- Sordera: Incapacidad total para oír.
- Dificultades auditivas: Capacidad para percibir algunos sonidos, aunque con dificultades para entenderlos con claridad.
Las discapacidades sensoriales generan dificultades para comunicarse con otros y acceder a la i formación, una situación que puede afectar a su participación en actividades sociales y educativas.
Discapacidades intelectuales y del desarrollo
La discapacidad intelectual y del desarrollo abarca un conjunto de limitaciones en el funcionamiento intelectual y en las habilidades adaptativas de las personas. En esta categoría se incluyen condiciones como:
- Retraso mental: Implica un desarrollo intelectual más lento en comparación con la media de la población.
- Trastornos del espectro autista (TEA): Condición que afecta la comunicación y la interacción social, así como el comportamiento.
- Síndrome de Down: Una alteración genética que conlleva características físicas distintivas y posiblemente discapacidad intelectual asociada.
- Otros trastornos genéticos o neuropsiquiátricos: Incluyen condiciones que afectan el desarrollo cognitivo y emocional de manera variada.
Estas condiciones pueden manifestarse de manera diversa en cada individuo y pueden influir en aspectos como el aprendizaje, la comunicación y la adaptación a entornos sociales.
Discapacidades viscerales
Estas se refieren a enfermedades crónicas y severas de órganos internos que, por su impacto, limitan significativamente la funcionalidad global del individuo en su vida diaria. Es importante destacar que estas condiciones son evaluadas por el grado de limitación funcional que producen.
- Enfermedades cardiovasculares: Se consideran las que causan insuficiencia cardíaca severa (por ejemplo, clase funcional III o IV), arritmias graves, hipertensión pulmonar severa, o secuelas de infartos o cirugías cardíacas que limitan de forma crónica y significativa la capacidad física y la autonomía.
- Enfermedades renales crónicas: Específicamente la insuficiencia renal crónica terminal que requiere diálisis o trasplante, o que genera un deterioro significativo de la salud y la autonomía.
- Enfermedades respiratorias crónicas: Como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) grave o el asma bronquial severa y persistente que causan insuficiencia respiratoria, disnea severa y limitación significativa para la realización de actividades cotidianas.
- Otras enfermedades metabólicas y sistémicas severas: Aquellas que, como la diabetes con complicaciones graves y recurrentes, enfermedades autoinmunes complejas o enfermedades raras, provocan una limitación funcional severa y permanente que afecta la autonomía y la participación.
También pueden considerarse otras enfermedades que incluyan olor crónico e invalidante como la fibromialgia o las migrañas crónicas, dado que su frecuencia, intensidad y resistencia al tratamiento generan una incapacidad funcional severa y persistente.
Cada caso será evaluado individualmente, teniendo en cuenta la naturaleza de la condición y el impacto específico en la función e integración del individuo en la sociedad. La Junta Evaluadora Interdisciplinaria es el equipo de profesionales (médicos, psicólogos, trabajadores sociales) que evalúa cada caso de manera integral.
Para ello, se requiere documentación médica actualizada (generalmente con no más de un año de antigüedad) que respalde el diagnóstico y, sobre todo, el nivel de limitación funcional.
¿Cuáles son los nuevos cambios en la renovación del CUD?
Según la nueva resolución de ANDIS, todos los Certificados Únicos de Discapacidad con vencimiento entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2025 recibirán una prórroga automática por un año, extendiendo su vigencia hasta la misma fecha de 2026.
Esto significa que no será necesario iniciar el trámite de renovación durante 2025 para este grupo de titulares. En cambio, quienes tengan certificados con actualización pendiente desde 2022, 2023 o 2024 sí deberán renovarlos durante 2025, solicitando un turno en la Junta Evaluadora más cercana a su domicilio.