Nueva York se siente como una ciudad preparándose para una invasión. Con la convención republicana a punto de comenzar el lunes próximo, la revista The New Yorker imprimió un divertido mapa de la ciudad para los delegados que visiten la ciudad.
Así como los británicos retiraron los carteles que pudieran ayudar a los paracaidistas alemanes durante la segunda guerra mundial, The New Yorker identificó Brooklyn como Manhattan y ubicó el Empire State Building en Nueva Jersey.
Michael Bloomberg, el intendente republicano de Nueva York, quizás sea la única persona en la ciudad que mantiene la calma frente a las perspectivas de una convención. “Si uno no vive o trabaja en Garment District (cercano al lugar donde se llevará a cabo la convención), no se enterará de que se está realizando una convención en la ciudad , asegura.
La Ciudad de Nueva York recibe cerca de 3 millones de visitantes por mes, por lo que el ingreso a fines de esta semana de 50.000 republicanos más los medios de comunicación parecería ser insignificante. Hasta se cree que los 250.000 manifestantes podrían perderse entre sus 8 millones de habitantes.
De todos modos, la semana próxima probablemente no sea el típico final letárgico del verano de Nueva York.
A un costo de u$s 75 millones, la seguridad quizás sea la más estricta para un evento estadounidense.
Al igual que la convención demócrata en Boston el mes pasado, el encuentro republicano es considerado un “evento que requiere seguridad especial .
Pero se estima que la convención republicana corre mayor riesgo de atentados terroristas que la demócrata, afirman los oficiales de seguridad nacional, por lo que requerirá mayores precauciones.
La fuerza policial de 40.000 personas que posee la Ciudad de Nueva York trabajará las 24 horas durante los cuatro días de la convención, respaldados también por el servicio secreto y cerca de 1.000 agentes del FBI.
Los trenes a Manhattan examinarán los bolsos que sean abandonados. En los trenes habrá puestos de control que revisarán vehículos que ingresen a la ciudad.
Robert McCrie, profesor de gestión de seguridad en la Universidad de Justicia Penal John Jay, afirma que estos controles incluirán escáners portátiles que detectarán agentes químicos y biológicos. “Estan programados para identificar agentes explosivos y transformables en armas que fueron utilizados en atentados anteriores. Estos dispositivos crean un nivel de seguridad muy superior al que teníamos antes , agregó.
El acceso al área que rodea el Madison Square Garden –donde se llevará a cabo la convención– será sumamente limitado. El subte seguirá operando, patrullado por oficiales armados y perros.
Los residentes de Nueva York ya están familiarizados con las características distintivas de esta ciudad en alerta –y muchos prefieren evitarlas. Así como muchos habitantes de Boston abandonaron su ciudad durante la convención demócrata, algunos neoyorquinos se tomarán unas vacaciones.
Muchas empresas silenciosamente incentivan a sus empleados a trabajar desde su casa o oficinas satélite.
Otra gran pregunta gira en torno a las numerosas protestas. Van desde “la fila de desempleados más larga del mundo –que se extiende de Wall Street al Madison Square Garden– hasta una manifestación organizada por Planned Parenthood, un grupo que defiende el derecho al aborto.
También habrá protestas de otros grupos como los anarquistas y los hacktivistas de la web. La semana pasada, crecieron las tensiones entre Bloomberg y United for Peace and Justice, un grupo que se cree está organizando la mayor manifestación durante los días de la convención.
El grupo antiguerra está exigiendo judicialmente a la ciudad el derecho a protestar en el Central Park. Los funcionarios de Nueva York no emiten los permisos argumentando que un encuentro de 250.000 personas podría dañar el césped. Propusieron a cambio, que se manifestaran en una autopista, a lo cual se opone el grupo.
Estas crecientes tensiones podrían derramarse en las calles, provocando choques similares a las demostraciones de 1999 contra la reunión de la Organización Mundial de Comercio, o en la Convención Demócrata realizada en Chicago en 1968.
Pese a sus altercados con los manifestantes, Bloomberg la semana pasada les ofreció descuentos en obras de Broadway, restaurantes y museos, siempre que sus protestas sean pacíficas.