Ex secretario de Industria. Presidente del CEB
Lo mejor de la semana
El anuncio de la caída del desempleo en el segundo trimestre al 12,1%. Además, hay que destacar también el desempeño de las exportaciones en el primer semestre, que crecieron un 7% en cantidades, pese a registrarse una caída en los precios. Están creciendo al 13% las manufacturas de origen industrial, lo que expresa el dinamismo del mercado regional
Lo peor de la semana
Lo peor son los nuevos focos de incertidumbre a nivel mundial generados por el petróleo y la tasa de interés de EE.UU. El aumento del barril de crudo y de las tasa podrían repercutir en el crecimiento de la economía mundial. Esto generaría un panorama distinto para las exportaciones. En el ámbito local, lo peor son los conflictos salariales y su dilatación en le tiempo, ya que puede impactar en las finanzas públicas.
Lo urgente
Hay varias cosas urgentes por resolver. Primero, la cuestión del régimen automotriz con Brasil. Ya estamos en agosto y no hay una solución a la vista. En diciembre no se va a ir al libre comercio pero es necesario saber cómo va a ser el período de transición. Es fundamental eliminar la incertidumbre de las automotrices para puedan preparar su producción. Segundo, hay que acelerar la definición de los contratos de las empresas privatizadas. Hay casi 60 compañías que entraron en la Uniren y sólo Edelap pudo resolver su conflicto. Bajar la incertidumbre favorece el proceso de inversiones en infraestructura y favorece las inversiones en la Argentina.
Lo que hay que seguir con atención
Hay que seguir con atención la inflación. No por lo que pueda marcar el índice. Hay que seguir en especial el sector alimenticio. Hay presión de la demanda y una inflexibilidad de la oferta muy fuerte. Los acuerdos puntuales pueden tener efecto de muy corto plazo pero hay que trabajar sobre las cadenas productivas. Por otro lado, hay que monitorear la política monetaria. Hubo una expansión muy fuerte de la oferta monetaria por las intervención del Central en el mercado cambiario. Se están yendo de las pautas del programa M2 y M3 y hay un aumento muy fuerte de Lebac. Esto empieza a ponerle límites a la política monetaria. Además, le quita reputación al BCRA porque no cumple el programa.