Las universidades estadounidenses, castigadas por la caída de las solicitudes de ingreso provenientes de alumnos extranjeros, buscan bloquear un sistema que propone el gobierno para cobrar a los estudiantes internacionales un canon de seguridad.
El Departamento de Seguridad Nacional en unas semanas tendrá elaborada una norma que determinará cómo se cobrará ese canon que será de u$s 100. Pero las casas de altos estudios están haciendo un esfuerzo de último minuto para presionar y lograr un cambio al sistema propuesto, el cual exigiría que los estudiantes internacionales paguen esa suma con tarjeta de crédito o cheque en dólares.
Las universidades temen que el sistema propuesto signifique otra barrera más para quienes quieren estudiar en Estados Unidos.
Debido a las severas normas que rigen la emisión de visas, este año ya cayeron 36% las solicitudes de ingreso que reciben los establecimientos educativos norteamericanos.
El canon deberá pagarse antes de que el alumno ingrese al país. Los estudiantes recibirán luego un recibo de pago, el cual deberá ser entregado al empleado que lo entrevistará para otorgar la visa.
El canon cubrirá el costo de estar inscripto en Sevis, una base de datos computarizada utilizada por la Seguridad Nacional y que hace el seguimiento de los estudiantes internacionales. Se requiere el pago de los 100 dólares debido a que el Congreso de Estados Unidos dictaminó que el programa Sevis debe autofinanciarse.
Quienes critican el plan afirman que los métodos de pago exigidos crearán dificultades a los estudiantes provenientes de países en desarrollo, donde el uso de la tarjeta de crédito es poco habitual.
“Es otra cosa que deben hacer los estudiantes para venir a Estados Unidos –y que no rige en otras partes del mundo–, lo cual los alejará aún más en un momento en que están cayendo las inscripciones , aseguró Victor Johnson, subdirector ejecutivo de la Asociación de Educadores Internacionales.
Algunas casas de altos estudios acusan al gobierno de no querer ceder en el tema del canon de seguridad, y hasta algunos establecimientos ya están analizando la posibilidad de pagarlo ellos mismos.
El Departamento de Estado se niega a cobrar los 100 dólares en los consulados porque no le corresponde administrar el programa de seguridad nacional.