En su último comunicado respecto de cómo avanzan las conversaciones con Argentina, el Fondo Monetario Internacional aseguró en uno de los párrafos más resonantes que abordar la persistente y alta inflación requiere "un enfoque múltiple que implique una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal, una política monetaria adecuada con tasas de interés reales positivas y una coordinación de precios y salarios".
El tópico tasa es una de los más difíciles de abordar para el Banco Central (BCRA), ya que, con un stock de $ 4,4 billones entre Leliq y pases, mover el tipo de interés puede implicar un incremento sustancial de la emisión endógena de dinero.
Sin embargo, numerosos actores del mercado local vienen remarcando que remunerar de manera positiva a quienes apuestan al peso es condición necesaria, aunque no suficiente.
Un informe reciente de GMA Capital destacó respecto de la tasa Badlar: "La recompensa esperada por un ahorrista, una vez descontada la inflación proyectada de corto plazo, es - 8,6% de Tasa Nominal Anual. En otras palabras, $ 100 colocados a tasa el día de hoy comprarían bienes por $ 91,40 (a precios constantes) dentro de un año, dadas las expectativas de precios".
Según GMA Capital, la tasa real negativa no es un comportamiento puntual, "sino que es un fenómeno endémico".
Desde la firma justificaron de la siguiente forma la afirmación: "En los últimos 20 años, durante el 70% del tiempo (14 años) la tasa nominal no pudo hacerle frente al avance del costo de vida, profundizando la debilidad de la demanda de pesos y canalizando poder de compra hacia bienes (mayor inflación) y moneda extranjera (pérdida de reservas y presión depreciatoria del peso)".
Por otro lado, desde GMA Capital remarcaron que el panorama monetario de Argentina contrasta "dramáticamente" con el contexto internacional.
En ese sentido, el informe subraya: "La aceleración de la inflación, tanto en economías desarrolladas como en emergentes, está obligando a los diferentes bancos centrales del planeta a rever su postura monetaria. El cuadro de situación de este año mutó desde palomas hacia halcones".
El caso más llamativo es el de Brasil, donde la tasa subió de 2% en marzo hasta 9,25% en diciembre.
Por otro lado, desde la consultora Econviews analizaron que que si la devaluación del dólar oficial fuese por arriba de la inflación, en torno 4% mensual, se empieza a corregir el problema del atraso cambiario.
Pero, aclaran desde la consultora que "si esa corrección no viene acompañada de una suba en la tasa de interés, los incentivos para los exportadores serán inversos a lo que necesita el BCRA y a todos les convendrá endeudarse para pagar a productores y no exportar".
El informe de Econviews proyecta que si el Banco Central no subiese la tasa y se plasmase en la realidad la situación hipotética mencionada anteriormente, "al BCRA probablemente le falten dólares y tenga que optar por un en un salto discreto".
Como la economía suele tener mantas cortas, Econviews advierte: "Si suben las tasas de interés, se puede avanzar con una devaluación del 4% mensual y tratar de así evitar un salto cambiario. Lo que pasa es que en ese caso el balance del BCRA va a crujir. Tasas reales positivas harán que el riesgo del efecto bola de nieve se acreciente".
En tanto, la consultora Equilibra tiene un escenario base que contempla una suba de tasas de política monetaria que sería, en principio, de dos puntos porcentuales para principios de 2022.
"De esta manera, las letras de liquidez a 28 días pasarían a pagar una tasa efectiva de 48,3%, que deberá seguir ajustando para acercarse a las expectativas de inflación y devaluación para el próximo año, que superan el 52% y 55% respectivamente, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA", afirmaron desde Equilibra.