El oro retrocedió ayer a menos de u$s 1.200 la onza troy debido a que los inversores cerraron posiciones deficitarias y siguieron mostrándose preocupados por la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir su programa de compra de bonos.
En una tranquila jornada bursátil anterior a Noche Buena, el oro cayó 0,9% a u$s 1.192, dejando al metal precioso rumbo a registrar su mayor caída anual en más de treinta años.
Del lado fundamental, el oro está sufriendo el hecho de que el crecimiento global parece estar mejorando en la mayoría de las economías clave del mundo (si bien seguramente no en todas), lo que disminuye la necesidad de los inversores de buscar seguridad, comentaron analistas de INTL FCStone.
El oro retrocedió 3% la semana pasada mientras la Fed aseguraba que la economía norteamericana estaba lo suficientemente sólida como para disminuir el estímulo monetario. El metal precioso tocó los u$s 1.185 el viernes inmediatamente después de la medida y de los datos que mostraron que en el tercer trimestre de 2013 la economía del país había crecido a su mayor ritmo en casi dos años. Las expectativas sobre el fin del programa de compra de bonos hizo caer casi 30% los precios de los lingotes este año. La mayor parte de las ventas provinieron de los inversores occidentales de fondos cotizantes respaldados por oro. El descenso, el primero en 13 años, habría sido más pronunciado si China no hubiera comprado cantidades récord de oro.
Pese a la fuerte caída de este año, muchos analistas creen que los lingotes podrían seguir su tendencia bajista en 2014.
Nuestro equipo de commodities cree que todavía estamos en el medio de una tendencia a la baja en cuanto a los precios del oro y, por lo tanto, estimamos que el precio del metal precioso se ubicará en u$s 1.050 en 2016, aseguran los analistas de Société Générale en cuanto al largo plazo.
Los tres factores negativos que ya nos preocupaban siguen intactos: las acciones todavía se ubican en pisos históricos en relación respecto al oro, la economía norteamericana está recuperándose y la inflación aún se mantiene controlada, agregaron.
En el corto plazo, los operadores y analistas aseguran que el foco está en el piso de u$s 1.180 registrado este año.
El riesgo es que el mercado trate de poner a prueba la solidez de este soporte: nuestro estratega técnico asegura que el próximo nivel de soporte será cercano a u$s 1.155, escribieron analistas de UBS en un informe.
