La primera ciudad del estado de San Pablo que apareció en el ranking de ciudades con más favelas es Cubatao, que figura en octavo lugar. De los 36.000 domicilios particulares ocupados en el municipio, 40,7% están en favelas. La herencia del proceso de industrialización vivido por la región es la principal explicación para el mal desempeño de la ciudad, que recibió miles de inmigrantes para trabajar en grandes emprendimientos y luego no consiguió dar asistencia a la población.

Hubo un proceso de ocupación irregular para atender a la industrialización de Brasil, del que forma parte Cubatao. Desde entonces, la ciudad vive la contradicción de ser rica con un pueblo pobre, señaló la intendenta Marcia Rosa de Mendonca, del Partido de los Trabajadores (PT).

La construcción del polo petroquímico de Cubatao, sumado a los proyectos gigantescos en que se basaron la realización de las rutas Anchieta y dos Imigrantes, entre las décadas de 1940 y 1970, atrajeron mano de obra sin ninguna especialización desde las regiones más pobres del país. Esos trabajadores vinieron para acá, pero no se volvieron a ir. Constituyeron familia mientras trabajaban, o trajeron familiares de las ciudades de donde provenían", contó la intendenta.

"Sin condiciones de sustentarse, comenzaron las ocupaciones irregulares". Según De Mendonca, para compensar ese déficit se prevé la construcción de 40.000 casas, en la órbita de los programas gubernamentales Mi Casa, Mi Vida, el PAC y las iniciativas de la intendencia.

El rápido proceso de industrialización vivido en Cubatao dejó dos problemas para las administraciones futuras: el ambiental y el social. En la década de 1980, la ciudad fue la más contaminada del mundo. La unión de los esfuerzos entre el sector público y la iniciativa privada condujo a Cubatao al puesto de ciudad símbolo de la recuperación ambiental, entregado por la ONU en 1992.

Pero el obstáculo social todavía está en la agenda de la intendencia. Los trabajadores que se quedaron sin empleo cuando terminaron los obras no tenían preparación para trabajar después en la operación de las empresas. A su vez, las firmas contrataban gente de afuera, explicó De Mendonca. Por eso, la intendencia realizó acuerdos con empresas, garantizando beneficios a los que contratan mano de obra local.