Para quienes quieran realizar una escapada cerca de Barcelona, este pueblito costero queda solo a 30 minutos, y destaca por sus playas tranquilas, arquitectura histórica y su reconocida gastronomía.
Se trata de San Pol de Mar, un antiguo pueblo de pescadores con casas blancas y calles estrechas. Es un municipio litoral del Maresme, que ofrece calas rocosas y playas de aguas cristalinas.
La línea litoral es poco accidentada, con un lineal arenal, y el interior es un territorio accidentado al nordeste por el macizo del Montnegre. Cerca del núcleo se encuentra la desembocadura de la riera de Villalta o de Sant Pol.
Asimismo, su rico patrimonio arquitectónico incluye edificios modernistas y casas del siglo XIX. Un paseo por la costa revela la belleza de este entorno excepcional, perfectamente conservado y lleno de historia.
San Pol de Mar: destacada por sus playas y gastronomía
Las recogidas playas de Sant Pol, nada aglomeradas, son el gran reclamo de la villa. Algunas de estas playas son la de El Morer, La Platjola, Les Escaletes, Les Barques, la de Sant Pol, Can Villar, La Murtra y Les Roques Blanques.
En los últimos años la villa se ha hecho popular por la ofertagastronómica, muy valorada por la combinación de productos autóctonos. La llegada del tren, en 1859, revitalizó la agricultura y la pesca, un binomio gracias al cual ha prosperado la fama de buena gastronomía en la zona, que se basa en pescado fresco y productos de la huerta como el fresón.
San Pol de Mar: qué ver en el pueblito costero
Entre iglesias medievales, construcciones modernistas y miradores con vistas privilegiadas al Mediterráneo, este pueblo costero del Maresme invita a recorrer sus rincones más emblemáticos, estos son los siguientes:
Torres modernistas de la rambla: parte del legado arquitectónico de principios del siglo XX.
Escuelas Públicas (1910) y Can Planiol (1910): destacan por su estilo modernista, en especial la colorida fachada de baldosas del Can Planiol.
Ermita de Sant Pau: sobre un promontorio frente al mar, fue un monasterio benedictino documentado desde el año 955.
Iglesia de Sant Jaume (siglo XVI): de estilo gótico tardío, conserva una talla barroca de Juan Martínez Montañés.
Museo de Pintura de Sant Pol: reúne obras de artistas como Ramon Casas, Ramon Pichot, Joan Miró y Perejaume.
Paseo de la Punta: un mirador junto a los acantilados, con panorámicas que recuerdan a la Costa Brava.
Masía de Can Villà (siglos XVI-XVII): conserva elementos góticos y se ubica en el delta de la rambla de Vallalta.
Restos arqueológicos: como el poblado íbero-romano de El Farell o la Torre Martina, testigos de la historia milenaria del lugar.
San Pol del Mar: cómo llegar desde Barcelona
En coche
Para llegar a Sant Pol, debéis tomar la C-32 y salir por la salida 117. Desde la salida de la autopista hasta el pueblo hay solo 5 minutos. Desde Barcelona, el trayecto es de aproximadamente 45 minutos.
En tren
Una de las formas más cómodas de llegar es utilizando el tren de cercanías (Rodalies). Desde la estación de tren de Barcelona, puedes tomar la línea R1 con destino a Maçanet-Massanes y bajarte en la estación de Sant Pol de Mar. El viaje en tren suele durar alrededor de 1 hora, dependiendo del tipo de tren que elijas.