En esta noticia

En el corazón del valle de Liébana, en la comunidad autónoma de Cantabria, se encuentra la villa de Potes. Este pueblito de montaña está situado en la confluencia de cuatro valles y es el punto de encuentro entre el río Quiviesa y el río Deva, nacidos de los Picos de Europa.

El espectacular paisaje de Potes, sumado a la riqueza histórica y cultural de la villa, convierten a este destino en un rincón ideal para hacer una escapada de fin de semana.

Actividades imperdibles en la encantadora villa de Potes

Un recorrido por las calles de Potes es la mejor manera de obtener una primera impresión de esta encantadora villa. Sus visitantes podrán admirar numerosos puentes, edificios y monumentos históricos.

Según el portal oficial de turismo de España, "Potes fue señorío del infante Tello (siglo XIV), hijo del rey Alfonso XI de Castilla y desde 1445 perteneció al Marqués de Santillana y sus descendientes, los duques del Infantado".

Por esta razón, la Torre del Infantado, una construcción del siglo XV, se ha convertido en uno de los principales monumentos de la localidad. En 1983, la villa fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, en gran parte gracias a la excelente conservación de sus casonas y palacios solariegos, como la Casa-torre de Orejón de la Lama y la iglesia parroquial de San Vicente, del siglo XIV.

Potes ofrece una amplia variedad de actividades orientadas al turismo activo. Desde la oficina de turismo, se invita a realizar rutas de senderismo o a alquilar una bicicleta de montaña para explorar los Picos. Además, hay opciones para disfrutar del turismo ecuestre, escalada, esquí de travesía o pesca.

Asimismo, la villa cuenta con una gran plaza gastronómica que alberga restaurantes de alta gama y lugares más sencillos donde se pueden degustar los platillos típicos de la región, como el cocido lebaniego, los famosos quesucos de Liébana y licores de elaboración artesanal.

¿Cuál es la mejor manera de llegar a Potes desde Cantabria?

Para llegar a Potes desde la ciudad de Cantabria debes tomar la carretera A-8 y luego la N-621, recorriendo aproximadamente 110 kilómetros, lo que requiere un tiempo estimado de 1 hora y 45 minutos.