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El debate sobre los derechos de los inquilinos y propietarios en España ha vuelto a cobrar fuerza tras la confirmación de un punto clave en la legislación vigente: el casero no podrá recuperar la vivienda arrendada si no lo ha dejado claro en el contrato.

Este aspecto, respaldado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y por lo establecido en la Ley de Propiedad Horizontal, busca proteger la seguridad jurídica de quienes viven de alquiler y evitar conflictos en torno a la recuperación de la vivienda.

Además de esta limitación para los caseros, la normativa también define con claridad los derechos de privacidad del inquilino, lo que impediría que el propietario acceda a la vivienda sin consentimiento expreso. En caso de incumplimiento, se establecen responsabilidades legales y sanciones que refuerzan la protección del arrendatario.

Ley de Propiedad Horizontal y recuperación de la vivienda

La normativa es clara: el casero no podrá exigir la devolución del inmueble si en el contrato no se ha previsto expresamente esta posibilidad.

En este sentido, el Artículo 7 de la Ley de Propiedad Horizontal establece que:"El propietario de cada piso o local podrá modificar los elementos arquitectónicos, instalaciones o servicios de aquél cuando no menoscabe o altere la seguridad del edificio, su estructura general, su configuración o estado exteriores, o perjudique los derechos de otro propietario."

"Son obligaciones de cada propietario: (...) Respetar las instalaciones generales de la comunidad y demás elementos comunes, ya sean de uso general o privativo, estén o no incluidos en su piso o local, haciendo un uso adecuado de los mismos y evitando en todo momento que se causen daños o desperfectos." detalla en el BOE la Ley de Propiedad Horizontal art. 9.

Aunque hacen referencia principalmente a los derechos y limitaciones de los propietarios dentro de una comunidad, sienta las bases de lo que legalmente se entiende por respeto a la propiedad y a los derechos individuales, trasladado también al ámbito del alquiler mediante la Ley de Arrendamientos Urbanos.

Derechos de privacidad del inquilino: qué incluyen

La ley protege de manera especial la intimidad del arrendatario. El propietario no puede acceder a la vivienda sin autorización, incluso aunque se trate de su propiedad. El Tribunal Supremo ha reiterado en varias ocasiones que el domicilio arrendado goza de la misma protección constitucional que cualquier vivienda habitual.

El inquilino tiene derecho a disfrutar de la vivienda con plena tranquilidad mientras dure el contrato. Cualquier intento del casero de entrar sin permiso se considera una violación de la privacidad y puede tener consecuencias legales graves.

Con estas medidas, el Gobierno busca dar mayor estabilidad al mercado del alquiler, garantizar un entorno más transparente, donde las condiciones estén claramente definidas desde el inicio y donde la privacidad de los arrendatarios quede plenamente protegida.

Qué hacer si el propietario insiste en recuperar la vivienda

Si un casero intenta recuperar la vivienda sin que esa cláusula figure en el contrato, el inquilino puede acudir a la vía judicial para reclamar sus derechos. Además, los expertos en derecho inmobiliario recomiendan siempre:

  • Revisar detalladamente el contrato de arrendamiento antes de firmarlo.

  • Exigir que cualquier condición sobre la recuperación de la vivienda quede reflejada por escrito.

  • Denunciar cualquier intento de acceso no autorizado a las autoridades competentes.