En España, el reparto de bienes tras el fallecimiento de una persona no siempre culmina sin disputas. A veces, los herederos considerarán necesario impugnar la herencia o el testamento para reclamar una parte que estimen injustamente reducida o excluida.
Este mecanismo judicial se activa cuando existen vicios o irregularidades que afectan al procedimiento sucesorio. Cuando una persona opta por impugnar la herencia, también está cuestionando el testamento o la adjudicación hecha al heredero o heredera.
Síguenos y léenos en Google Discover.
Léenos siempre en Google Discover.
Según establece el Código Civil, "puede impugnar un testamento cualquier persona que pueda resultar perjudicada por su contenido y tenga interés legítimo en la herencia de la persona fallecida".
Este tipo de reclamación requiere que el interesado esté directamente vinculado al proceso sucesorio y que demuestre que sus derechos han sido menoscabados.
Cuáles son los motivos por los cuales se puede impugnar una herencia
Existen causas concretas que permiten cuestionar un reparto sucesorio. Por ejemplo, la omisión de un heredero forzoso o una desheredación injustificada puede ser motivo suficiente.
De igual manera, cuando se acredita que "el testador carecía de capacidad plena para otorgar testamento" o que el documento contiene "defectos de forma, violencia o dolo", también se abre la vía de impugnación.
El abogado especializado describe este mecanismo como una solicitud de "nulidad total o parcial del testamento" cuando el heredero considera que el acto dispone de vicios relevantes. El objetivo es actuar frente a posibles injusticias en la distribución del patrimonio del causante.
Quién tiene derecho a impugnar y en qué plazos
La legitimación para impugnar una herencia no está abierta a todos: solo quienes acrediten un interés legítimo, como los herederos forzosos (hijos, cónyuge y padres), los legatarios o incluso los acreedores, pueden iniciar este procedimiento.
El artículo 675 del Código Civil confirma que el testador no puede impedir la impugnación mediante cláusulas restrictivas.
El plazo para presentar la acción suele ser de cinco años desde que el heredero conoció el contenido del testamento o la obligación. Además, una vez aceptada la herencia, esta puede impugnarse, aunque con mayores exigencias y, en muchos casos, solo mediante la aceptación "a beneficio de inventario".
Cuáles son las consecuencias de impugnar una herencia
Una acción de impugnación puede culminar con la anulación total o parcial del reparto, obligando a una nueva partición acorde con la ley. La parte interesada debe notificar su intención y aportar pruebas que respalden su solicitud.
En muchos casos se recomienda recorrer primero la vía amistosa mediante conflicto familiar, previa a acudir a los tribunales. Contar con asesoramiento jurídico especializado en derecho sucesorio puede evitar que el derecho a reclamar se pierda por prescripción o que los bienes se adjudiquen sin control.
En una materia tan sensible como la sucesión hereditaria, conocer qué significa impugnar una herencia y quiénes pueden hacerlo resulta esencial para proteger los propios derechos y los de la familia.